Especies en peligro de extinción de tres continentes, en concreto de las zonas de Madagascar, Península Arábiga y México, forman parte de la colección más amplia de cactus de Europa ubicada en el Museo-Jardín Botánico de Cactus y otras Plantas Suculentas de Casarabonela.

Entre las 2.500 variables que se encuentran representadas en el complejo "Mora i Bravard", que abrió sus puertas al público el pasado mes de marzo, existen algunas que tan sólo se pueden visitar en su lugar de origen, en el cual están amenazadas, y en el Museo-Jardín.

Los diferentes tipos de cactus que pertenecen al grupo de especies amenazadas, y que aún no han sido cuantificadas por los biólogos debido a la inmensa variedad existente, están ubicados en la zona del invernadero donde se recopilan según su lugar de origen, según ha explicado a Efe la bióloga Marta Melgar.

Las muestras recogidas de lugares tan variados como Estados Unidos, México, Sudamérica, Marruecos, España, África, Península Arábiga e India, ubicadas en el invernadero, junto con las que se localizan en la zona exterior del complejo, se agrupan en un total de hasta 42 familias, y entre las que más abundan son las castáceas.

En el jardín exterior, que responde a criterios paisajísticos, se encuentran las llamadas plantas suculentas, que tienen la principal característica de acumular agua y tener un gasto muy reducido de la misma, entre otras.

El proceso de fotosíntesis también es una característica diferenciadora del resto de cactus, ya que las suculentas lo llevan a cabo por la noche para evitar el gasto de agua.

El tamaño reducido de las hojas e incluso la pérdida de las mismas para desarrollar espinas con las que defenderse de otros seres o evitar la pérdida de agua, se trata de otra de las propiedades que tienen este tipo de plantas.

La climatología que se presenta en esta zona del litoral malagueño hace que todos los cactus ubicados en el exterior del Museo-Jardín estén adaptados sin ningún problema al lugar.

Lo que resulta más dañino para este tipo de plantas son las temperaturas por debajo de los cero grados, lo cual solo sucede en días puntuales y no supone un riesgo para la conservación de la diversidad de los cactus en Casarabonela.