El equipo de gobierno que se configure tras las elecciones municipales deberá arbitrar los medios económicos necesarios para urbanizar la promoción, cuyo coste aún no se ha valorado, y a partir de ahí gestionar la ejecución de las viviendas con una entidad especializada. «En un primer momento se ha pensado en Emprovima, entidad dependiente de la Diputación de Málaga», aclaró el alcalde en funciones, Antonio Domínguez (IU).

De esta forma, en caso de que el proyecto siga los «planes previstos», el Consistorio se encargará de urbanizar los terrenos y a partir de entregará el suelo a la empresa pública del ente supramunicipal.

La idea de ejecutar unas viviendas de protección oficial de estas características, cuyo aspecto será similar a unos inmuebles de «lujo», surgió en el mandato anterior, momento en el que el Consistorio bermejo adquirió unos terrenos que sumaban 72.000 metros cuadrados tras diversas permutas.

Esta zona, calificada como rústica, no contaba «con los parabienes» urbanísticos para poder acoger una promoción residencial, de ahí la necesidad de que fuera aprobada una modificación de elementos sobre la parcela. Está previsto que se ejecute una vivienda por cada mil metros cuadrados para respectar al máximo el entorno.