La Comisión Europea investiga si el circuito ferroviario de pruebas que el Gobierno español pretende construir en la localidad de Antequera, para experimentar con trenes de alta velocidad, se ajusta a la legislación medioambiental comunitaria. A la espera de las conclusiones de dicha investigación, Bruselas ha paralizado la petición de ayudas europeas que España ha presentado para este proyecto, según explicó el comisario de Política Regional, Johannes Hahn, en respuesta a una interpelación del eurodiputado de IU, Willy Meyer.

«La Comisión inició un procedimiento sobre el proyecto mencionado y con el cumplimiento de los requisitos pertinentes del derecho medioambiental de la UE. La investigación de este asunto aún no ha concluido», señaló el responsable de Política Regional. El proyecto, con una inversión cercana a los 400 millones de euros, cuenta con 215 millones dentro de los fondos Feder de la UE y un préstamo comunitario de 100 millones de euros.

España presentó la solicitud de ayudas en diciembre de 2011. En mayo de 2012, el Ejecutivo comunitario envió una carta en la que «formulaba observaciones sobre la propuesta y solicitaba información complementaria y los justificantes correspondientes, incluida información sobre los aspectos medioambientales». «Habida cuenta de que sólo se ha respondido parcialmente a dicha carta, sigue interrumpido el procedimiento de evaluación de la solicitud en relación con dicho proyecto», señala Hahn.

«La Comisión no está en condiciones de determinar si el proyecto es conforme con todas las normas y reglamentos de la UE que son necesarios, ya que sigue faltando información esencial. Por consiguiente, la Comisión aún no ha adoptado ninguna decisión en lo que respecta a la financiación», concluye el comisario.

En su interpelación, Willy Meyer denunciaba que el proyecto tendrá «un fuerte impacto sobre el medio» por «superar los límites para el ruido» y haber incumplido la directiva de evaluación de impacto ambiental.

Reacciones

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), responsable del proyecto, aseguró ayer a Europa Press que la declaración de impacto ambiental del proyecto se ha realizado de forma «correcta» y «en plazo». «Seguimos preparando la documentación adicional que nos ha pedido la Comisión, aún estamos a tiempo y en disposición de presentar esta información y resolver las dudas que tenga la Comisión», explicaron fuentes de Adif.

El alcalde de Antequera, Manuel Barón, no se mostró ayer sorprendido por la respuesta del responsable comunitario y aseguró que es un proyecto en el que hay que preservar los derechos de todos los implicados: «Es normal que Bruselas quiera asegurarse de que se cumplan todas las garantías».

El regidor añadió que siempre ha exigido total transparencia. «Sobre todo en la declaración de impacto ambiental, en la que confío que esté todo correcto porque si no el PSOE va a tener que dar muchas explicaciones», aseguró.

Lo que no ha dicho Bruselas es cómo afectará está investigación al plazo de ejecución de obra que la propia comunidad fijó para 2015 «si no, podría perderse el dinero». Barón supone que «si es Bruselas la que alarga los trámites de aprobación para los fondos se extiendan también los plazos de inicio».

Precisamente, el calendario fue también lo que hizo que la ministra Ana Pastor anunciase en abril la licitación de las obras «de manera inmediata», eso sí, a la espera de la aprobación de la orden ministerial que, según el PP, sería «inminente» pero hasta la fecha no se ha aprobado.

Por su parte, el presidente de Asaja Málaga, Carlos Blázquez, aseguró que «es una magnífica noticia» y que siempre han mantenido que la declaración de impacto ambiental «no entra en el fondo del problema». Blázquez recordó que el recurso presentado por la organización agraria está admitido a trámite.

Finalizan las obras del centro de servicios ferroviarios

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) anunció ayer la finalización de la construcción de la primera fase del Centro Integral de Servicios Ferroviarios (CISF) de Málaga relacionado directamente con el futuro anillo de pruebas y experimentación de trenes. La instalación, que dispone de dos naves contiguas para ensayos y talleres de material ferroviario, está construida en terrenos propiedad de Adif en el entorno de la pedanía antequerana de Bobadilla Estación. Las obras cuentan con una inversión total prevista de más de 13 millones de euros, cofinanciada en gran parte por los Fondos Europeos Feder. De este montante total destacan los 6,6 millones de euros para la construcción de las naves, a los que se suman aproximadamente 3,5 millones de euros de equipamiento para el interior del CISF, de los que 2,7 corresponden a los bancos de ensayos.

Las instalaciones del CISF se completarán con la instalación del equipamiento industrial y, en una segunda fase, con el montaje del haz de vías que conectarán esta instalación con la estación de Bobadilla y el futuro anillo. Además, está relacionado con el Centro de Tecnologías Ferroviarias (CTF) de Málaga.