El alcalde del Valle de Abdalajís, Víctor Castillo, inició el pasado lunes una huelga de hambre para protestar por los continuos problemas de abastecimiento de agua que sufre el municipio desde que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) dañara el acuífero durante la construcción el túnel de las obras del AVE a su paso por la localidad. Una medida de presión que ha durado sólo 24 horas después de que ayer por la mañana, en una reunión en Málaga, el organismo que depende de Fomento se comprometiera a cumplir con el convenio firmado en 2007 con el municipio.

La reunión contó además con la presencia de la delegada del Gobierno, Carmen Crespo; el delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo; el presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, y el diputado provincial de Medio Ambiente, Juan Jesús Bernal. Así lo comunicó también por la tarde el propio regidor del Valle de Abdalajís a los vecinos y compañeros de corporación en una asamblea celebrada en el Consistorio.

«Parece que hay un compromiso pero tengo muy claro que no voy a dejar que el verano se eche encima y volvamos a los mismos problemas con el agua potable que el año pasado», aseguró Castillo, quien explicó que el próximo lunes hay previsto otra encuentro, posiblemente en la capital, en el que se cerrarán las fechas y compromisos que desde el Ayuntamiento creen «necesarios de manera inmediata para terminar con los problemas de suministro de agua potable».

Entre los acuerdos pendientes, el Ayuntamiento ve «primordial» la construcción por parte de Adif del sondeo, la bomba y la conducción de agua hasta el municipio desde la zona del pozo alto. «Esto solucionaría los problemas de abastecimiento, a la vez que esperamos también el acta de Sanidad para que nos aseguren que el agua del conducto que viene del túnel es potable», afirmó el munícipe.

Así, ayer tras más de una hora de reunión por videoconferencia con responsables del administrador, el regidor y su equipo se mostraban de nuevo esperanzados con que tras el encuentro del lunes «comiencen de verdad las obras y acciones que Adif tiene pendientes con el pueblo».

Además, entre las compensaciones que también tiene pendientes el Administrador están los más de 380.000 euros que le costó el pasado verano al pueblo abastecerse de agua potable a través de camiones cisterna.

«Ese dinero lo van a reembolsar, somos un pueblo pequeño y las arcas municipales no pueden soportar estos gastos, por eso este año no lo íbamos a permitir y veíamos que no se había hecho nada para impedirlo», aseveró el regidor del municipio.

La huelga de hambre del alcalde es el último capítulo de una larga historia de protestas públicas que los habitantes de la localidad de algo más de 2.800 personas, y especialmente la plataforma promanantiales, han realizado desde el pasado 2005.

Precisamente, miembros de este colectivo han acompañado al regidor en estos días y han apoyado su protesta. Aseguraron a este periódico que esperan que la del lunes «sea la reunión definitiva porque el pueblo no puede seguir en estas circunstancias».