La Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo de Málaga pide, en su escrito de conclusiones provisionales, un año de cárcel para siete vecinos de Monda, y nueve meses para otros cuatro, por haber levantado sus respectivas viviendas en suelo no urbanizable, una veces usando la argucia de pedir una licencia de obras para hacer un almacén agrícola y, en otros casos, simplemente procediendo a edificar la casa sin permiso del Ayuntamiento.

Según consta en la calificación fiscal, a la que tuvo acceso La Opinión de Málaga, los acusados son titulares de distintas parcelas en el término municipal de Monda y, a lo largo de 2003 y 2004, «realizaron distintas obras de construcción o ampliación de viviendas, sin contar con la preceptiva licencia municipal».

De esta forma, añade el responsable del ministerio público, construyeron viviendas «en lugar de los almacenes de aperos autorizados o excediéndose de las licencias concedidas, todo ello en suelo no urbanizable con distintos grados de protección, a pesar de constarles la prohibición de llevar a cabo tales construcciones».

El fiscal, en su relato acusatorio, asegura que agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil realizaron distintas inspecciones oculares para comprobar la realidad de estas casas -once en total y doce son los acusados- y poner en conocimiento de la Fiscalía de Urbanismo y Medio Ambiente las infracciones descubiertas.

Uno de ellos solicitó el 18 de marzo de 2003 al Consistorio una licencia para hacer un apero de labranza; los informes fueron favorables, pero antes de que el Ayuntamiento dijese que sí, la Policía Local del municipio descubrió en una inspección que el encausado estaba haciéndose una vivienda de 109 metros cuadrados con piscina. La casa estaba edificada en suelo no urbanizable.

Un segundo acusado usó la misma estratagema, pero antes de que el Consistorio diera luz verde a que levantase el almacén, la Policía Local de Monda, en diciembre de 2003, detectó las obras de una vivienda unifamiliar en suelo no urbanizable. Un tercer vecino utilizó un ardid similar.

Otro vecino se hizo una casa unifamiliar en suelo prohibido pero el Seprona lo cazó in fraganti, mientras que un quinto habitante de la zona usó, otra vez, la argucia de solicitar un permiso para hacer un almacén agrícola pero, finalmente, levantó una casa unifamiliar en suelo no urbanizable. También se acusa a un matrimonio de seguir un idéntico modus operandi.

Otros dos vecinos comenzaron a hacerse sus casas sin esperar a que el Consistorio otorgase la respectiva licencia, mientras que otro de los encausados se sumó a la práctica de pedir un permiso para hacer un apero. Un extranjero que estaba acusado falleció en 2011, por lo que se sentarán en el banquillo once personas.

Las penas. La Fiscalía ha calificado los hechos como un delito contra la ordenación del territorio, por los que pide un año de cárcel para siete de los acusados y nueve meses de privación de libertad para los cuatro restantes. Además, reclama que sean inhabilitados para dedicarse a un oficio relacionado con la construcción durante el tiempo que dure la condena y que asuman el coste de tirar las casas que levantaron.