El día 16 de marzo de 2013 a las seis de la tarde Mónica, de 14 años, iba cruzando por el canal cubierto por placas de hormigón que se encuentra a diez metros de su casa y en ese momento el suelo se hundió y calló, arrastrándola el agua 500 metros. En el tramo, la pequeña sufrió múltiples golpes que acabaron con su vida. Desde entonces, la familia ve a diario desde la ventana de su vivienda el espacio por donde cayó la menor y por eso piden que se tape la zona. Además, después de dos causas judiciales archivadas, mantienen que había unos responsables de mantenimiento que «no hicieron su trabajo».