La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio han detectado por primera vez la presencia de avispilla del castaño -Dryocosmus kuriphilus- en la zona perimetral del Valle del Genal en el marco de las actuaciones de lucha integrada de esta plaga, según explicaron ayer fuentes de la asociación agraria malagueña Asaja. La presencia ha sido confirmada por el Laboratorio de Producción y Sanidad Vegetal de La Mojonera, añadieron las fuentes.

En concreto, se trata de un caso positivo de avispa capturada en la zona divisoria de las cuencas de los ríos Guadalmansa y Genal, una detección que, no obstante, «no implica que pueda hablarse de una infestación de los castañares del Valle del Genal». Sin embargo, tanto administraciones públicas como los titulares de las fincas con castaños abordan el objetivo común de controlar la plaga manteniéndola en un nivel de daños mínimos. Asaja se muestra de momento muy satisfecha con los pasos que se están dando para controlar la plaga, comentaron las fuentes.

La expansión de la plaga se debe de forma principal al movimiento de material vegetal infestado sin cumplir las garantías fitosanitarias necesarias, aunque de forma natural el insecto se desplaza arrastrado por corrientes de aire en su vuelo, entre los meses de mayo a julio, según la climatología de la zona.

Las consejerías de Agricultura y de Medio Ambiente continúan con los trabajos de análisis y control de la plaga y está prevista una nueva fase de trabajos selvícolas (cortas y podas) sobre la vegetación infestada a partir de octubre. Esta nueva fase de trabajos llega después de que durante mayo y julio se realizara una importante actuación de choque para reducir la población de avispilla mediante la eliminación de las agallas en las que se reproduce, principalmente en el foco detectado más importante, el Refugio del Valle del Juanar, en Ojén.

Asimismo se han planificado los trabajos para la lucha contra la plaga mediante un parasitoide que ataca a la avispilla del castaño (Torymus sinensis). Asaja solicita la introducción de este depredador natural lo más rápidamente posible, aunque dentro de la legalidad y del control científico, ya que se ha demostrado en todos los países afectados que es la única herramienta disponible para luchar contra la aplaga. Ésta produce un merma de hasta un 80% en la producción de castañas y un gran debilitamiento de los árboles afectados.