Uno de los enclaves más destacados de Antequera, abandonado desde hace años, se convierte estos días en centro de peregrinación. Y es que el paseo Real de Antequera ha abierto al público tras una remodelación que ha costado un millón de euros y que ha sido financiada por el Plan de Inversiones Productivas de la Diputación de Málaga.

La inmensa mayoría de los antequeranos consultados por este periódico alaba la remozada alameda. Elogian la mejora del paseo Real, que llevaban esperando desde hace años. Algunos de mediana edad aseguran no haberlo visto nunca «tan bonito», recordando un camino de «piedras y solería levantada, hoyos y bancos destrozados».

Los trabajos en el paseo Real de Antequera han consistido en la mejora de la accesibilidad con drenajes, pavimentaciones e igualaciones de nivel de calles. Se ha recuperado el albero de la parte central que se encontraba en mal estado y se ha ampliado para posicionar en los laterales un camino de piedra natural. Una solería que a algunos, como a Francisco José Prados de 52 años le parece resbaladiza: «en el momento que llueva creo que puede ser peligrosa para caminar».

Los vecinos aplauden la renovación de la jardinería, con plantación de árboles y refuerzo de parterres para focalizar mejor el paisaje del recorrido. Y es que muchos temían la caída de algunos árboles que estaban enfermos.

Además, el acondicionamiento del templete de la música, que se ubica en el centro del paseo Real para albergar actos culturales, es elogiado por los vecinos de mediana edad. Es el caso de Socorro Rico, de 58 años, que recuerda cómo «la banda de música tocaba en el invierno sobre las doce de la mañana encima del templete; recuperar eso es recuperar parte de nuestra infancia y de lo que era el paseo antes».

Los elogios se mezclan con opiniones negativas frente a la inversión de un millón de euros. Los más jóvenes como Raúl Lara, de 22 años, consideran que la inversión es un despilfarro y que se podría haber destinado a algo más social, teniendo en cuenta el importante número de personas que actualmente no tienen recursos. «Como llegan las elecciones hay que dejarlo bonito» asegura el joven.

También entre los partidarios de esta remodelación consideran que, aunque la recuperación era necesaria, la inversión es desproporcionada para la actuación que se ha llevado a cabo.

Sea como fuere, la diversión está asegurada como zona de ocio en el paseo Real. Ana María Viñuela, de 43 años, está encantada de la remodelación de una zona que considera idónea para el patinaje y la bicicleta.

«El paseo se convertirá en un lugar muy conocido», asegura. Como ella opina la mayoría de los vecinos consultados aunque, como en todo, hay matices en los diversos pareceres.