Semana Santa en El Burgo, religión, cultura y tradición es el título del libro que han realizado varios burgueños y que recupera la historia de las cofradías y hermandades de este municipio.

El presidente de la Asociación Padre Jesús de la localidad serrana, Javier Pozo, arropado por varios colaboradores, presentó el libro de la Semana Mayor burgueña el viernes pasado en la Casa de la Juventud, culminando el trabajo de más de una decena de burgueños y vecinos de pueblos adyacentes.

Este libro recoge la historia de la Semana Santa de manos de Francisco Bermúdez Carabante, vecino de Alozaina. Bermúdez ha aportado en uno de los capítulos los datos históricos, en los que se documenta que «la iglesia recaudaba impuestos al parejo de la Hacienda Pública del Estado. Uno de esos impuestos era el llamado Subsidio de Excusado, del que tenemos datos desde principios del S. XVI y que nos reflejan que las hermandades pagaban este impuesto», contó Francisco Bermúdez. La importancia de este dato radica en que pone de manifiesto la celebración de cultos en Semana Santa hace ya cinco siglos en la Sierra de las Nieves.

Los veinte y un capítulos, repartidos en más de cien páginas, recogen también la historia más reciente de la Semana Santa de El Burgo, centrándose en la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Irene Agüera y José Antonio Góngora ponen palabras a muchas vivencias y sentimientos, anécdotas y tiempos difíciles. Las experiencias como nazareno, portador o capataz son relatadas por otros devotos de la hermandad nazarena.

El libro plasma tradiciones como las del Judas, que «comenzó con el párroco Don Vicente a principios de 1944. La quema de un monigote de Judas simboliza todo lo malo, pernicioso o negativo ocurrido el año anterior y el comienzo de un nuevo ciclo», relata Rafael Meléndez.

También la costumbre de Dolores Canto, una vecina, que cada Viernes Santo espera en las inmediaciones de su casa la vuelta de la procesión del Cristo Nazareno tras haber cruzado el puente sobre el río Turón, al alba del día, para agasajar a los portadores con anís y roscos elaborados por ella. El ejemplar recoge recetas típicas de El Burgo en Semana Santa y la visión de esta celebración cristiana por parte de los más pequeños a través de sus dibujos.

El cantaor de flamenco de la localidad, Ríos Cabrillana, y el poeta Manuel Río transmiten el amor, sentimiento y la pasión por sus sagrados titulares en sendos artículos. El libro se completa con una entrevista a los hermanos mayores y se recuerda la apreciada y antigua talla del Nazareno, desaparecido en 1936, gracias a una fotografía que ha aparecido casualmente hace poco tiempo en casa del burgueño Antonio Cepero y que ilustra la portada del libro.

A la imagen actual, de Navas Parejo, se le dedica un capítulo, así como a la túnica que estrenó el pasado año diseñada por Eloy Téllez.

Como novedad la hermandad adelanta a La Opinión de Málaga que el próximo Viernes Santo la imagen del Nazareno estrenará una túnica de color granate sin ningún tipo de bordado y con un cíngulo de esparto. Será la primera vez en la historia del pueblo en la que el nazareno no vista de morado.