Los amantes del caballo viven con pasión todo lo relacionado con este mundo. Los ganaderos, los jinetes, los presentadores y los ayudantes ponen a punto a cada ejemplar entre nervios y emoción antes del concurso morfofuncional.

En el lugar hay habilitada una zona para poder lavar a los animales. Jabón y un buen cepillado para dejarlos listos con sus mejores galas. Después ya solo queda lucir sus habilidades.

«Para mí es un placer poder trabajar con caballos. Hacer lo que te gusta no requiere sacrificio. Me siento un afortunado», asegura el jinete Roberto Cobos, quien añade que «es muy importante conectar con el animal para que todo salga bien». Su caballo se llama Jap y participa en la categoría de 4 años.

También impaciente a la espera de pasear a su équido se encontraba Pilar Alonso junto a su yegua Zarceña. «Animo a las mujeres a que se hagan presentadoras de estos animales y participen», señaló. Un mundo que levanta pasiones en torno a estos animales.