­Durante dos años, los agricultores de ajos de la provincia de Málaga, que cuentan con cerca de 500 hectáreas de cultivo en la Vega de Antequera, han sufrido pérdidas como consecuencia de la entrada del producto procedente de China, que les quitó casi del mercado por sus bajos precios. A ello se sumó la pasada anualidad la subida en casi el 50 por ciento de la cuota de importaciones a la Unión Europea desde el país asiático. Esta campaña se presenta llena de esperanzas para los productores que prevén mejoras considerables en los precios.

«Eso nos ha afectado mucho durante estos años porque China vende más barato que nosotros e inundan los mercados con ese ajo a nivel europeo y prácticamente a nivel mundial», señala Jerónimo Jiménez, productor y gerente de Hortitonton, empresa de la Vega dedicada al cultivo de ajos.

Pero los ajos procedentes de China se topan con la normativa de lo fitosanitarios que utilizan para sus productos y no están permitidos en España. Por ello, el mercado no se quiere arriesgar a comprar este ajo para más tarde perder la mercancía por no pasar los controles.

«Puede ser perjudicial para la salud. Las grandes superficies ya le están dando de lado a los ajos de China porque no se atreven a que le hagan cualquier analítica y se los echen para atrás», explica Jiménez, quien señala que «les conviene más comprar ajo español».

La climatología, el agua y los modernos sistemas con los que cuenta el campo antequerano han llevado a productores de Castilla la Mancha y Córdoba a sembrar sus hortalizas en tierras malagueñas.

La peor campaña la vivieron estos agricultores entre 2012 y 2013, pero este año las cosas tienen otro color. Y es que las miras

están puestas en Argentina, Francia o México que «no han sacado producción, por lo que se abre el mercado español al exterior».

«Al equiparse el valor del dólar respecto al euro nos es más barato exportar. Además antes nos costaba más la exportación, ahora el ajo chino viene prácticamente al mismo precio que el nuestro, así que es más fácil comercializar», expone el gerente de la empresa Hortitonton.

De hecho, esta campaña prevén vender el kilo de ajos a unos 85 céntimos de euro, lo que favorecerá los bolsillos de los productores que durante estos años han cubierto costes.

La mano de obra necesaria para la recolección de ajo brinda a la comarca de Antequera una opción de trabajo temporal durante estas fechas que ronda los 14.000 jornales durante la campaña, sin contabilizar la mano de obra que hace falta en fábrica.