La Casa de Acogida Pepe Bravo, según cuenta Mariló, «no está subvencionada por ningún organismo. Se sostiene de la solidaridad». La casa está montada con aquellos enseres que les han donado. También existe la posibilidad de hacerse socio aportando la cuota que se estime, comprando o aportando ropa de segunda mano a su ropero solidario o donando aquello que ya no nos sirve.

Por otro lado, la casa creó la empresa de carácter social «Arte de mis manos» con el propósito de recuperar antiguos oficios, servir de integración sociolaboral y buscar otra forma más de financiarse a través de la venta de piezas de cerámica, forja, madera, cera, cobre?.

Asimismo, organizan eventos en su restaurante solidario, jornadas con expertos terapeutas que de forma altruista imparten cursos.

Este verano, la casa ofrece unas vacaciones alternativas. Dos semanas, una en julio y otra en agosto en las que el profesor de Yoga integrado y psicomotricidad Fernando trabajará con los huéspedes el equilibrio, la armonía, la nutrición, la paz, conciencia y salud a través del yoga, meditación, masajes, charlas, etc... «Un todo incluido para encontrarse con el yo más profundo y volver a la rutina con otro enfoque de uno mismo y de la vida», afirma Mariló Cejudo. También tiene previsto durante la temporada estival cursos, encuentros, eventos, charlas con distintos expertos.