­La muerte de Rosario por violencia machista -la tercera que se produce en la provincia de Málaga, la quinta de Andalucía y la vigésimo segunda en España- en lo que va de año, provocó la mayor de las repulsas en todos los estamentos sociales políticos. También en Loja (Granada), donde vivía la víctima desde hacía unos meses y donde el Ayuntamiento ha convocado para hoy una concentración silenciosa. El alcalde de Mollina, Eugenio Sevillano, decretó dos días de luto oficial. El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, condenó rotundamente el crimen e hizo un llamamiento a la implicación de toda la sociedad en la lucha contra los malos tratos a las mujeres. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, destacó «el papel clave» de las denuncias previas por parte de las víctimas o familiares para que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado interpongan medidas de protección.

Por su parte, la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, habló de una nueva «situación terrible» que demuestra que «queda mucho camino por recorrer» en esta materia, animando a mujeres, así como a familias y amigos de éstas, a «denunciar» este tipo de situaciones. «Las mujeres en estos casos no están solas», abundó Sánchez Rubio, antes de abogar por que las administraciones pongan los mecanismos con los que cuentan en esta materia «a disposición de la protección de las mujeres». Desde el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) reiteraron a todas las víctimas de violencia de género que «no están solas», animando, igualmente, a denunciar o a pedir ayuda para poder poner en marcha toda la red de protección y para que puedan recuperar sus vidas y las de sus hijos e hijas, libres de violencia. Esta ayuda la pueden recibir con una llamada al Teléfono de Información a la Mujer (900 200 999).