­La sequía y las sucesivas olas de calor desde comienzos del mes de mayo empañan el futuro más cercano de la agricultura malagueña que verá un importante descenso en la producción de gran parte de sus cultivos en próximas campañas. Lo que se traduce en un mazazo para las economías de cientos de familias que viven del campo.

El olivar sufrirá una significativa merma en la campaña del verdeo, que se concentra principalmente en la comarca de Antequera. La producción de la aceituna de mesa va a ser casi nula en zonas de secano, según explicó el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, quien señaló la afección a las variedades hojiblanca y aloreña.

El responsable de aceituna de mesa de COAG Andalucía, Antonio Rodríguez, estimó una caída de un 40 por ciento.

El olivarero de zonas de regadío tampoco tendrá una cosecha muy halagüeña. Y es que, según expuso Bellido, «el fruto no está engordando» lo que desencadenará en la elección del agricultor entre darle salida como aceituna de mesa u oro líquido.

Sin embargo, no sólo la aceituna de mesa se verá manchada por la subida del mercurio, también quedará salpicada la de molino. «El árbol tiene un cierre automático con el que combate el calor, para perder menos humedad. Van a cerrar más días y seguro que redundará en menor rendimiento en aceite», indicó el presidente de Asaja Málaga.

Así, los golpes de calor mermarán la vid que verá fuertemente perturbada su recolección en la zona de Mollina y la Axarquía con previsiones de descenso del 30 y 50 por ciento respectivamente. Las altas temperaturas también adelantan la cosecha de la uva en Ronda.

Asimismo, en la Serranía de Ronda, los castañeros temen por el quebranto de los frutos secos que comenzarán a recolectarse en octubre. El árbol muestra ramas cargadas que han soportado el calor estival, aunque las previsiones dejan paso a un descenso de un 50 por ciento en castañas, según informó el responsable de COAG en Andalucía, Francisco Boza, quien señaló que si no menguan las temperaturas «la caída será aún mayor».

«El castaño ha aguantado muy bien, pero están empezando a resentirse», lamentó Boza, para más tarde resaltar el escaso daño que se prevé esta campaña por la plaga de la avispilla debido a la rápida actuación para su poda y quema.

Las sucesivas olas de calor trastornan a las abejas que este año generarán un 40 por ciento menos de miel. Asimismo, cae en picado el cultivo de matalahúva con un detrimento de un 50 por ciento en zonas de cultivo como Ronda, Árdales o el Valle de Abdalajís.

Así, los cultivos tradicionales como el almendro jamás han visto tan altas temperaturas en la provincia. «Esa piel verde que cubre la almendra se tiene que abrir, con el calor se les queda pegada a la cascara y dan una almendra de peor calidad», explicó el presidente de Asaja.

Las cosechan de la patata y cebolla temprana también se han adelantado por el calor, al igual que se prevé un adelanto en las campañas tardías.

Por otro lado, las hortalizas y los cítricos están pasando su peor momento, pero sobreviviendo gracias a los mimos de los agricultores que las riegan varias veces al día. A pesar de ello Asaja estiman bajas si las temperaturas no descienden.

Se trata de un fenómeno meteorológico jamás visto por los agricultores: «No tenemos experiencia de tantos días continuados con estas temperaturas», indicó Bellido, al que se sumó el secretario general de COAG, quien lo calificó como un verano «anormal».

Por último, el presidente de Asaja Málaga insistió en que el escenario de la sequía y las altas temperaturas es un claro ejemplo de la necesidad de los seguros agrarios para aquellos que trabajan y viven del campo.