Homicidio por imprudencia grave. Este es el cargo con el que la madre del niño de 3 años que falleció el miércoles en Coín tras precipitarse por la ventana de su dormitorio fue imputada ayer tras negarse a declarar ante la juez del Juzgado de Instrucción número 1 del municipio. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) añadieron que R.F.A., de 25 años y detenida la noche anterior tras ser denunciada por sus propios padres, quedó en libertad provisional con la obligación de comparecer todas las semanas en el juzgado, la retención de su pasaporte y la prohibición de salir del territorio nacional. Tanto la imputación como las medidas cautelares evidencian que el accidente pudo evitarse.

La muerte del crío se produjo poco antes de las 11.45 horas del miércoles, cuando un vecino de un bloque de viviendas de la calle Manuel García avistó el cuerpo inerte del niño en el fondo del ojo del patio interior del edificio y llamó a la Guardia Civil, cuyos agentes se movilizaron junto a una dotación de sanitarios que prolongó las maniobras de reanimación hasta las 12.45, hora a la que se certificó la muerte. Cayó desde una altura de más de nueve metros.

El levantamiento del cadáver no se produjo hasta las 15.00, cuando la juez de Instrucción 1 de Coín declaró el secreto de sumario y la Policía Judicial del instituto armado trabajaba en la reconstrucción los hechos al tiempo que la madre era atendida por una fuerte crisis de ansiedad. Además de recibir atención psicológica, fue trasladada al Centro de Salud del municipios y finalmente trasladada al Hospital Clínico de Málaga en estado de shock.

Tal y como informó ayer La Opinión de Málaga, los agentes se centraron en averiguar cómo el niño alcanzó la ventana, si estaba abierta y si el nivel de vigilancia por parte de la madre era el adecuado. Fuentes vecinales señalaron que la joven, de origen rumano, se encontraba en la vivienda en el momento de los hechos, aunque también precisaron que en otras ocasiones sí había dejado solo al pequeño y que no les extrañaba que la mujer se hubiese quedado dormida. Sin pareja y con otros hermanos viviendo en el municipio, la chica vivía con su único hijo y era usuaria de los servicios sociales del Ayuntamiento de Coín. Por la noche, sobre las 21.30, la Guardia Civil detuvo a la joven tras una denuncia efectuada por sus propios padres y considerar que el riesgo de fuga era elevado, según indicaron fuentes cercanas al caso.

El suceso supuso un mazazo para un municipio que se encontraba en plena celebración de sus fiestas patronales que comenzaron el lunes en honor a la Virgen de la Fuensanta y el Ayuntamiento decretó la suspensión de los festejos programados durante toda la jornada.