­Un día sí y otro también los vecinos del Valle de Abdalajís son protagonistas por la lucha por un bien básico como es el agua. El pasado viernes desconvocaron la huelga de hambre y el encierro que habían iniciado cuatro días antes pero ayer volvieron a ocupar las dependencias municipales a la espera de la reunión que tendrá lugar hoy en la capital malagueña con alcaldes y el administrador concursal de Aguas de los Verdiales. Esperan que este encuentro sea el definitivo y por fin esta empresa pública -en concurso de acreedores- conecte el agua a las 40 viviendas de una zona rural que carecen de este suministro.

El portavoz de los vecinos, Antonio Bravo, mostró ayer su esperanza de que los regidores de Antequera, Almogía, Villanueva de la Concepción y Casabermeja pueda llegar a un acuerdo con el administrador concursal para poner fin a esta situación que cumple más de una década.

En esta línea, según recuerda el alcalde de Almogía, Cristóbal Torreblanca (PSOE), el administrador concursal no quería llevar a cabo la conexión hasta alcanzar un acuerdo con los cuatro ayuntamientos, que se basaría en un convenio para liquidar la deuda de esta empresa en cinco años.

Por ello, mañana se pondrá sobre la mesa este convenio, pero también se tratará específicamente la situación que viven los vecinos del Valle de Abdalajís.

Torreblanca asegura que todos los alcaldes están de acuerdo en que se le conecte el agua a estos vecinos pero la piedra está en el tejado del administrador concursal.

Un autobús se desplazará a la capital malagueña para apoyar a las 40 familias afectadas. Bravo pone de relieve que «hay esperanza. Confiamos en que el problema se solucione en unos días».

En caso contrario, anuncian «medidas más contundentes» y la finalización de las obras con sus propias manos, así como retomar la huelga de hambre a pesar de la crítica situación de salud tras cuatro días ingiriendo solo líquidos. ¿Su lema? «Agua y dignidad».