­El sector caprino factura en la provincia de Málaga 90 millones de euros anuales, con una producción de 250 millones de litros de leche. Es el mayor productor de toda Europa, pero ello no lo hace inmune de ser salpicado por la caída que lleva acaeciendo en los precios de la leche de cabra desde el pasado mes de enero. Una realidad que pone en jaque a los ganaderos, que sufren pérdidas superiores a los 2.000 euros mensuales, lo que se traduce en más de 3 millones de euros al mes en el conjunto de las 1.400 explotaciones repartidas en la provincia, según informa a este periódico COAG Málaga.

Esta tesitura viene desencadenada por el progresivo descenso de precios de la leche de vacuno en origen desde febrero de 2014, agudizada por el embargo ruso, el descenso del comercio en China y un menor consumo intracomunitario, según la industria láctea, a la que los ganaderos culpan de forzar la bajada de precios para beneficiarse.

De este modo, el desplome de los precios de la leche de vaca salpica a la de cabra afectando especialmente a los ganaderos malagueños, por los continuos abusos de la industria láctea, tanto la española como la francesa, en el pago de precios miserables.

Un 90 por ciento de la leche de cabra que sale de Málaga se utiliza para la elaboración de quesos, postres y derivados. En la transformación de quesos de mezcla la industria utiliza menor porcentaje de cabra para impulsar la caída de sus precios y adquirir mayores beneficios a costa de los ganaderos, informa a La Opinión de Málaga el responsable de caprino de COAG Málaga perteneciente a la Asociación de la Cabra Malagueña y ganadero de Sedella, Antonio Rodríguez.

Los precios caen casi un 50 %

Este escenario desata una caída de precios que han pasado de 90 céntimos el litro a situarse entre los 45 y los 65 céntimos, descensos que en algunos casos rozan el 50 por ciento.

En este sentido, la leche de cabra se paga por extracto seco, es decir, grasa más proteína, y como dato curioso, aún se sigue hablando de pesetas cuando se le pone precio.

«Por ejemplo la leche puede tener 5 grados de grasa y 3,5 grados de proteína, que son 8,5 de extracto seco; eso se multiplica por 14 pesetas el grado que es donde tiene que estar el precio para cubrir los costes de producción y poder vivir. Actualmente se sitúa en unas 11,5 pesetas el grado y sufrimos perdidas descomunales», lamenta Rodríguez.

A los abusos de la industria láctea se suman otros problemas, como el incremento de los costes de producción, en especial el encarecimiento del forraje, el pienso y el consumo eléctrico.

Rodriguez insiste en que la solución es estabilizar los precios de la leche de vaca y cabra para evitar las pérdidas del sector y la desaparición de las ganaderías.

Por otro lado, la Asociación de la Cabra Malagueña lleva años promocionando las bondades del queso puro caprino con la apertura de pequeñas queserías y en ello quieren seguir trabajando para salir de este atolladero.

No obstante, para alcanzar ese camino el sector caprino de la provincia necesita que las administraciones les echen una mano para evitar su desaparición. «En COAG llevamos años pidiendo a la Junta que se flexibilice las queserías artesanales», señala Rodriguez.

«Esta situación puede durar algunos meses, pero al final terminas yendo a la ruina», subraya este ganadero malagueño, quien mira a los años de bonanza «en los que el precio era digno» y lamenta no poder hacer inversiones actualmente. «Los próximos meses serán decisivos porque si se alarga esta situación las explotaciones estarán al filo de la navaja», apostilla.

Por su parte, el gerente de la Agrupación de Ganaderos Montes de Málaga (Agamma) y socio de la Cabra Malagueña, Juan Andrés Gaspar, expone que se trata de una bajada del precio de la leche de cabra «histórica; nunca habíamos visto esto. Hay ganaderías que se han incorporado en los últimos años y que lo están pasando muy mal».

La solución, según este ganadero, es utilizar un alimento para el ganado de menor calidad para producir menor cantidad de leche, pero de la misma calidad. Así, «en lugar de alfalfa utilizamos paja blanca o avena para atenuar las pérdidas que estamos sufriendo», aclara Gaspar.

Por su parte, el sector vacuno en la provincia también se ve fuertemente afectado desde hace casi dos años. Son concretamente 20 explotaciones ganaderas las que vienen sufriendo pérdidas cercanas a los 3.000 euros mensuales según COAG Málaga. Una situación que está ocasionando la desaparición progresiva del sector vacuno.