Los vecinos de las 40 viviendas de una zona rural de Valle de Abdalajís que carecían de suministro de agua están de enhorabuena. Las reivindicaciones tras cuatro días de encierro y huelga de hambre en las dependencias municipales han hecho efecto. Desde ayer el agua sale por el grifo después de los trabajos de los técnicos de Aguas de los Verdiales y el acuerdo alcanzado por los alcaldes de Antequera, Casabermeja, Villanueva de la Concepción y Almogía, quienes la pasada semana modificaron el objeto social de la empresa, en concurso de acreedores.

El portavoz de los vecinos, Antonio Bravo, mostró la alegría de las familias y la satisfacción por haber alcanzado al fin el objetivo de una larga lucha que ha durado más de una década.

A pesar de ello, Bravo lamentó haber esperado tantos años para una actuación que ha tenido una duración de dos horas. «Estamos muy contentos, pero al mismo tiempo nos preguntamos ¿tanto tiempo por qué? Si era solo cambiar unos párrafos del Estatuto de la empresa. ¿Para qué tanto sufrimiento si podía haber solución en un momento?», indicó.

No obstante, los vecinos se muestran contentos de no tener que seguir comprando cubas de agua y poder disfrutar de suministro normal estas fiestas.