No es una exposición al uso. No es un espacio expositivo, sino diecinueve. Alozaina se convierte este fin de semana -y el que viene- en un taller de arte con una muestra de obras de artistas extranjeros afincados en el municipio y también de pecheros casi a partes iguales. En esta ocasión, varios escultores, un vidriero, diversos pintores con técnicas y visiones muy antagónicas, y ceramistas abren al público las puertas de sus casas o talleres para enseñar sus creaciones desde dentro.

«Queremos que vean nuestro espacio de trabajo e incluso nuestra forma de vida. Este año algunos compañeros exponen en sus casas del campo. El entorno es ya una obra de arte», explica la pintora y una de la organizadoras de la ruta Isabel de las Nieves.

En esta segunda edición se han incorporado una restauradora de muebles reciclados, un escultor cerámico y además varios alumnos del instituto y del colegio con inquietudes artísticas exponen trabajos en los que mezclan varias técnicas. «Otra de las novedades de este año es que hemos organizado dos fines de semana, el pasado y este», apunta Isabel.

«Algo pasa en Alozaina, pero hay escritores, músicos, ceramistas, pintores, escultores, actores, fotógrafos? algunos no somos de aquí. Hay gente de todos los países que un día vino a visitar el pueblo y nos hemos quedado por algo especial. Este pueblo atrae a este tipo de personas creativas", reflexiona Isabel de las Nieves.

Artistas de todas las edades como Mara de diez años que desde pequeña ha estado rodeada de cuadros y fotografías. Su madre Larissa Falk, de origen alemán, le ha inculcado el amor por la pintura y a su corta edad ya ha ganado un premio por un cartel contra la violencia de género.

Las pecheras Lina Merino y Maribel Rueda descubrieron su destreza con el pincel gracias a un curso de pintura. En sus obras plasman de manera muy realista «el día a día del pueblo con sus rincones, sus fiestas o sus personas», relata Lina que expone pintura en tela, cerámica o tejas. Maribel sostiene que «la pintura es su vía para reflejar mis vivencias». Una de sus obras más peculiares es el lienzo llamado El árbol de mi vida. «Este árbol cuenta la historia de mi vida. Desde una historia que me contaba mi madre sobre mi nacimiento -sonríe mientras describe la obra- mis padres y hermanos; mi marido cuando fuimos novios y mis tres hijos». Maribel declara que es el único que no vende de su colección.

Antes de comenzar la ruta es imprescindible recoger del Aula de Cultura los mapas con el itinerario que además servirá para hacer turismo por todas las zonas del municipio e incluso por algunas casas de campo. Aquellos que presenten el mapa sellado por los 19 estudios entraran en el sorteo de varias obras de su arte.

@josemisepul