­ Once personas han sido detenidas en una operación contra una organización criminal que operaba desde Málaga para distribuir hachís por Europa. Las diferentes actuaciones policiales desarrolladas en Nerja, Torrox, San Roque (Cádiz), Vélez de Benaudalla (Granada) y Olula del Río (Almería) han permitido intervenir 2.860 kilos de hachís, 15 vehículos, envasadoras, una prensa para compactar la droga, básculas de peso, numerosos teléfonos móviles, documentación con anotaciones de repartos de la droga y de los beneficios obtenidos con la distribución de la misma. Además se han decomisado bienes muebles por valor de 286.000 euros y bienes inmuebles por valor de 555.000 euros, por lo que a los arrestados se les imputa los supuestos delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.

Según informaron Guardia Civil y Policía Nacional, la investigación comenzó en diciembre del pasado año. Los investigadores tuvieron conocimiento de la existencia de un individuo que residía en Nerja que podrían pertenecer a una organización dedicada al narcotráfico entre Marruecos y Málaga. Tras varios meses de pesquisas determinaron que el citado individuo pertenecía a una organización perfectamente estructurada que traficaba con estupefacientes desde Marruecos hasta varios países de la Unión Europea. El primer paso era trasladar grandes cantidades de hachís desde Marruecos hasta la provincia de Málaga, donde se embalaba y ocultaba en dobles fondos practicados en camiones de gran tonelaje y furgonetas en dos naves situadas en Mijas y Villanueva del Trabuco para posteriormente darles salida a Francia, Italia y Holanda. La organización realizaba los traslados utilizando fuertes medidas de seguridad como el uso de un vehículos lanzadera en los traslados a otros países, aunque también se valía de una empresa de transportes de Almería que utilizaba las habituales rutas comerciales internacionales de la empresa para trasladar droga hasta Francia. Esto se confirmó cuando el pasado mes de mayo los agentes informaron a las autoridades francesas de que se iba a producir un nuevo envío a través de la empresa almeriense.

Gracias a esta información la policía gala interceptó ya en territorio francés un camión de gran tonelaje perteneciente con 1.323 kilogramos de hachís oculto en su interior, cuyo destino era la localidad de Lyon (Francia). Posteriormente y tras dar aviso a la Policía de Marruecos se intervino en Tánger 1.150 kilogramos de hachís ocultos en otro camión.

Ya en junio, los agentes interceptaron el último envío de droga que se iba a realizar en una furgoneta cuyo destino era la localidad de Toulouse. Los investigadores interceptaron el vehículo en la A-44 dirección Granada a la altura de Casabermeja. Tras realizar una exhaustiva inspección no se pudo localizar la droga en primera instancia, sino que fue el can del Servicio Cinológico de la Guardia Civil el que marcó de manera inequívoca la ubicación del estupefaciente, que se encontraba oculto en un complejo doble fondo perfectamente construido en la parte trasera de los asientos posteriores de la furgoneta. Se incautaron 11 fardos de hachís que arrojaron un peso de 387 kilogramos y se detuvo a su conductor.