21 días. Ese es el tiempo que una pequeña ave de la especie migradora papamoscas cerrojillo tardó en volar desde Antequera hasta Finlandia. Este descubrimiento ha sido posible gracias al trabajo que un grupo de investigadores pertenecientes a la Sociedad Española de Ornitología viene desarrollando en la ciudad de los Dólmenes desde hace más de 20 años, en lo relacionado con el anillamiento científico de pájaros.

Se trata de una labor constante y que requiere una enorme dedicación. «Lo primero es madrugar mucho para colocar las redes todavía de noche y así capturar a las aves. Son unas redes especiales para no dañar a los animales, que quedan atrapados en ellas», explica una de las anilladoras, Irene Nieto. Después, continúa la también bióloga, «los llevamos a la zona de trabajo y allí les ponemos un anillo individual con una numeración y unas letras. Se determina su especie, la edad, si es macho o hembra y tomamos ciertas medidas para conocer su condición física».

Es éste un proceso que no siempre obtiene los resultados rápidamente, sino que los mismos se dan de forma variable. En el caso del papamoscas cerrojillo que llegó hasta Finlandia, su anillamiento se produjo en 2014 y ahora se han conocido los datos que determinan el tiempo que duró su viaje hasta el país nórdico.

Unas referencias que se obtienen gracias a que otros investigadores o incluso personas de a pie los recogen en distintos países y después elaboran una ficha que permite a los anilladores avanzar en sus estudios. «En este caso, el ave fue encontrada tras chocar con un cristal y se encontraba herida. Las informaciones que nos han dado han sido escuetas», asegura Nieto.

Con las distintas investigaciones, el grupo de anilladores que trabaja tanto en Antequera como en Málaga capital pretende principalmente conocer las poblaciones de aves y las migraciones, lo cual les permite saber aquellas especies que deben protegerse por contabilizarse un número más reducido.

La pasión que Irene Nieto y su grupo de investigación muestran cada día servirá en un futuro para dar una mejor vida a muchas aves. Por eso, seguro, volverá a madrugar una y otra vez para conseguirlo.