Una mujer con el torso desnudo, con un cuchillo en la mano y el rostro de la Virgen de la Esperanza. El cartel de la obra Maruja, asesina de mosquitos, ratas, torturadores y verdugos, de la compañía Teatro Urgente, ha creado una inesperada polémica en las redes sociales por el uso de una fotografía de la Virgen, siendo el Ayuntamiento de Cártama, cuyo logo aparece en el cartel, el objetivo de las principales críticas.

La obra, que se va a representar el 22 octubre en Cártama, tiene un mensaje feminista y de reivindicación del papel de la mujer, lo que llevó a la compañía a elegir a la Virgen como símbolo de la mujer, según relata Mariví Carrillo, protagonista de la obra. «Elegimos una foto de la Virgen de la Esperanza que vimos por internet, porque nos pareció hermosísima y que transmitía mucho», explica Mariví Carrillo, quien reitera que la intención no era ser ofensivos o buscar polémica, sino todo lo contrario.

«Pensamos que la Virgen representa una alegoría positiva de la mujer y una exaltación de la feminidad, siendo un símbolo de la maternidad», afirma Carrillo, quien se mostró muy afectada por la polémica generada por el uso de la imagen de la Virgen de la Esperanza y las críticas vertidas en las redes sociales. «Lo solucionaremos, porque no queremos ofender a nadie ni polémicas, que es lo que menos necesitamos», añadió Mariví Carrillo, quien quiso expresar «mis disculpas a la cofradía».

Carrillo, que se puso en contacto con el hermano mayor de la Esperanza, Carlos López Armada, se mostró comprensiva con los argumentos de la hermandad y reiteró que en todo momento le transmitió que la intención de la compañía no era la de ofender. El hermano mayor de la Esperanza, por su parte, no quiso entrar en una polémica que, considera, no beneficia a nadie.

El alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, aclaró por su parte que habían solicitado la retirada del escudo del Ayuntamiento de Cártama «porque no es el ayuntamiento quien lo organiza, sino que tenemos el teatro alquilado». Por otro lado, aseguró que el contenido de la obra no era ofensivo y que la compañía se había mostrado sensible a buscar una solución.