Según indica COAG, los cabreros andaluces llevan años acumulando descensos de los precios que perciben por sus producciones y, sólo en los dos últimos ejercicios, éstos se han reducido un 30%. De este modo, se constata, como manifiesta la organización, que los ganaderos siguen sin tener ninguna influencia en la formación de los precios a lo largo de la cadena alimentaria y que siguen siendo el eslabón más débil de ésta. «La actitud de las grandes empresas pone de manifiesto que ejercen su posición de dominio a la hora de establecer las condiciones de los contratos de la leche de cabra. Es imprescindible que el Ministerio, a través de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), controle la existencia de contratos firmados en todos los casos y que sus términos se negocien en igualdad de condiciones por ambas partes», argumenta el colectivo. Además, COAG incide en que la inestabilidad de las cotizaciones de la leche afecta muy negativamente al desarrollo de este sector ganadero, que aporta más del 40% de la producción total española y que ofrece una materia prima «reconocida por su gran calidad en toda la UE». Isabel Real y Alonso Martín, ganaderos de Villanueva de la Concepción, solo son dos ejemplos de cabreros molestos por la situación. Ambos remarcan que el precio actual de la leche les obliga a llegar justos a fin de mes debido a los gastos de mantenimiento del rebaño, así como los referidos a documentación.