La furgoneta que un conductor abandonó en la autopista A-7 de Málaga con algo más de una tonelada de hachís para eludir a la Guardia Civil ha permitido a los investigadores destapar una macroorganización dedicada al tráfico de estupefacientes entre España e Inglaterra ocultos en camiones que transportaban naranjas. La operación, desarrollada en varias fases en las que se han realizado registros en Marbella, Estepona y Torrox y en las municipios sevillanos de Los Palacios, Villafranca y Alcalá de Guadaira, suma18 detenidos de cinco nacionalidades que formaban una estructura absolutamente jerarquizada que trabajaban bajo el paraguas de dos empresas de importación y exportación de cítricos para realizar los envíos de naranjas de forma "legal y periódica". Entre ellos hay dos conductores, ocho personas encargadas de manipular los productos y la logística, dos gestores empresariales, cuatro cabecillas de la red que se ocupaban de las labores financieras y hasta dos sicarios contratados para recuperar un alijo que pensaban había sido robado por otros narcos y que en realidad había sido aprehendido la Guardia Civil.

Según ha informado hoy el instituto armado, el hachís era envasado al vacío en una vivienda de Alcalá de Guadaira (Sevilla) y posteriormente eran trasladadas a sendas naves de las localidades de Los Palacios y Dos Hermanas. Allí eran camufladas entre cajas de naranjas que introducían en los palets que eran colocados en el centro del remolque, rellenando el resto de la carga con palets de naranjas sin droga. "Este modus operandi hacía muy difícil la localización de la sustancia por parte de perros detectores de estupefacientes", han explicado antes de añadir que tampoco levantaba sospechas ante una posible labor inspectora al atravesar los diferentes países, ya que la partida de naranjas era completamente legal. Sin embargo, el pasado mes de junio se interceptó en Dos Hermanas un camión con remolque que transportaba 1.416 kilos de hachís y otros 105 de marihuana entre 21.000 mil kilos de naranjas. Esto permitió detener en agosto a uno de los máximos responsables de la organización en la localidad francesa de Montpelier, hecho que tuvo una amplia repercusión mediática en dicho país al tratarse de un delincuente muy conocido por las autoridades galas.

Los cítricos han sido entregados a un banco de alimentos de Sevilla para su inmediato reparto entre distintas entidades benéficas