El sector caprino de la provincia de Málaga vuelve a encontrarse con una nueva traba en su actividad. Y es que a los ganaderos se les está exigiendo ahora el cumplimiento de nuevas normativas medioambientales para así poder obtener la licencia de apertura de sus explotaciones.

Según el secretario ejecutivo de la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña (Cabrama), Juan Manuel Micheo, tradicionalmente los ganaderos no tenían que disponer de licencia de apertura, sino que únicamente se daban de alta en el registro de explotaciones ganaderas. Esta situación provoca que el cumplimiento de las nuevas normativas sea complicado para los cabreros o, en ocasiones, incluso imposible, pues la mayoría de ellos inició su actividad antes de la entrada en vigor de los mencionados reglamentos.

Además, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) asegura que en el momento en que los dueños de las explotaciones intentan tramitar la calificación ambiental que necesitan «se encuentran en sus ayuntamientos con verdaderas trabas burocráticas que dejan en un limbo legal sus licencias de actividad». «Estas dificultades administrativas radican en parte en la falta de técnicos con experiencia en la resolución de estos expedientes, así como en la inexistencia de un protocolo armonizado que contemple todos los aspectos a considerar sobre los requisitos de calificación ambiental», explican.

En este sentido, la organización agrícola y ganadera sostiene que esta situación irregular afecta a más de la mitad de las 1.400 explotaciones existentes en la provincia, las cuales «corren el riesgo de desaparecer, puesto que en un momento de asfixia financiera, asumiendo pérdidas hasta que aumente el precio de la leche, los ganaderos ven cortados los accesos a las diferentes líneas de ayudas, a veces la única opción para no cerrar la actividad».

De igual manera se posiciona el propio Micheo, que afirma que «nadie va a echar a los cabreros de sus propiedades», pero sí manifiesta que no pueden llevar a cabo cambios en sus granjas sin contar con la pertinente licencia, por lo que acciones como la modificación de las infraestructuras o el cambio en la titularidad de la explotación no están permitidas.

COAG Málaga ha trasladado al delegado de Desarrollo Económico y Productivo, Jacobo Florido, la necesidad de realizar de una lista de chequeo de todas las variables más usuales que se deben considerar en los expedientes de licencia de actividad. En este sentido, solicitan que se establezca un paralelismo entre las licencias de establecimientos de uso terciario y las del sector primario.

Asimismo, la organización pide que en las diferentes propuestas de avance de planes generales de ordenación urbana de las localidades se tenga en cuenta las explotaciones agrícolas y ganaderas existentes para demarcar las zonas agropecuarias, de forma que no obstaculicen su futura legalización.

Por su parte, el secretario ejecutivo de Cabrama considera muy importante diferenciar aspectos graves de otros menos graves a la hora de otorgar las distintas certificaciones a los ganaderos, facilitándoles así la legalización de sus explotaciones.

@ccasadob