Con un «únete y combate la injusta moción», la alcaldesa de Alhaurín el Grande, Toñi Ledesma, anunció ayer la convocatoria de una manifestación ciudadana para el sábado con la que pretende evitar que se materialice la moción de censura planteada por la oposición (PSOE, ASALH, IU y PP), que se votará en el pleno extraordinario previsto para el día 25 de enero .

Así lo dio a conocer ayer en un comunicado hecho público y dirigido a la ciudadanía, en el que expresa su visión de los hechos acaecidos el 11 de enero, que tildó como el día de «la artimaña de Conejo». En su opinión, según el mismo documento, Conejo ha «comprado concejales entregándole la alcaldía a Teresa Sánchez, cuya soberbia representa todo lo contrario a los sentimientos de la inmensa mayoría de los vecinos».

Entiende que con esta negociación oscura se fomenta el transfuguismo y «somete a la mayor de las vergüenzas a sus concejales socialistas, haciéndoles apoyar el comunismo con una total falta de escrúpulos y de ética política, y también se une a los socialistas del odio, encabezados por Beltrón, para cometer este nuevo atentado contra Alhaurín el Grande».

Apeló a la valentía de los vecinos para expresar el rechazo a una moción que es un fraude y que nadie comparte, menos en un momento en que se están llevando a cabo proyectos ilusionantes. Recordó los resultados de los comicios municipales que otorgaron 10 concejales a su partido y 1 al PP, lo que a su entender supone que el centro político consiguió la mayoría absoluta. «La democracia no puede ser destrozada por unos pocos concejales cargados de odio y sin proyecto alguno para la sociedad, jugando al todo vale a pesar del daño que están causando al pueblo, espetó Ledesma.

Los socialistas se reafirman

La Comisión Ejecutiva Local y el grupo municipal del PSOE de alhaurín emitieron poco después de conocerse la convocatoria otro comunicado en el que acusaron al equipo de gobierno de alentar «el desorden público mediante escritos llenos de falsedades y calumnias».

Argumentaron que la moción es un «hecho legítimo y democrático» que urge para expulsar a una regidora que inunda de odio todo un pueblo y divide a sus vecinos, sin contar con que es «la heredera de un proyecto político condenado por corrupción en los tribunales de Justicia». En opinión de los socialistas, la realidad es distinta y consiste en que 11 concejales de cuatro grupos políticos se han unido simplemente para que Alhaurín «tenga un gobierno limpio y democrático». En defensa de Conejo, esgrimieron que esas críticas llegan porque «saben que siempre ha luchado y no ha callado nunca los usos antidemocráticos y sectarios», precisamente los que pretende erradicar cuando firman la moción de censura.

El PSOE recuerda que «el Gobierno actual es consecuencia de un pacto contra la corrupción de un partido encabezado, primero como candidato y aún como presidente de honor, por un condenado por pedir un soborno. El PP provincial y andaluz será responsable del apoyo incondicional a un proyecto político presidido por un condenado por corrupción», concluyeron.