Antonia Ledesma sigue siendo la alcaldesa de Alhaurín el Grande. Al menos, a día de hoy. La moción de censura registrada por la oposición en bloque, y que dio origen a la celebración del pleno extraordinario de ayer, no llegó ni siquiera a votarse en una sesión plenaria de más de dos horas y que discurrió tal y como se esperaba. Un enfrentamiento tosco, basado en el cruce de acusaciones y de informes jurídicos, que acabó con el equipo de gobierno de Por Alhaurín abandonando el salón de plenos y dando por concluida la sesión, justo en el momento en el que los concejales de la oposición quisieron proceder a la votación de la moción de censura. En su desbandada estuvieron acompañados por la secretaria del Ayuntamiento. Un acto que fue interpretado por los grupos de la oposición como claro gesto de «connivencia» con la propia Ledesma. El portavoz de ASALH, Antonio Bermúdez, incluso acusó a la habilitada nacional de estar «prevaricando». Una recriminación de peso que sirvió, también, para marcar la vía lógica por la que discurrirá a partir de ahora el futuro político del municipio, que no es otro que el de los tribunales.

«Los abogados ya están trabajando para llevar lo ocurrido ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo», afirmaron a última hora fuentes directamente implicadas. Un paso, a estas alturas, que ya no sorprende a nadie en el municipio, y que volvió a ratificarse como único destino posible desde el mismo inicio del pleno extraordinario. Casi una hora tardaron las partes implicadas para constituir la mesa de edad. Una de las partes integrantes, Marina Maldonado, edil socialista, se atribuyó la presidencia de la misma en base al reglamento que rige los órganos colegiados de la administración. Aludiendo a la Ley 40/2015 , consideró que el voto de calidad le correspondía a ella como representante con mayor antiguedad. Por su parte, el concejal de Por Alhaurín, la otra parte implicada, insistió en el criterio esgrimido en el informe de la secretaría general y, según el cual, le correspondía presidir la mesa al concejal de mayor edad. A pesar de la insistencia de la edil socialista y el acompañamiento del público pidiendo que se «respete la ley», la secretaria procedió a la lectura de su informe no vinculante, atribuyéndole la presidencia al edil de Por Alhaurín.

Acto seguido, los grupos enfrentados leyeron sendos informes para defender la legitimidad o no de la propia moción. En un clima de evidente confusión, finalmente, el concejal de Por Alhaurín utilizó el informe de la secretaria, en el que se considera como tránsfuga a la edil del PP, María Fernández, para concluir que no se daban los requisitos para votar la moción de censura. Argumentando la falta de una mayoría absoluta alternativa, dio por concluida la sesión plenaria.

Un instante de la tensión vivida para crear la mesa

Así ha sido el esperpéntico pleno municipal en Alhaurín el Grande

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Legitimidad

Teresa Sánchez, edil de IU, y designada como hipotética sustituta de Ledesma, defendió al concluir el pleno la legitimidad de la moción. «No hemos tenido conocimiento de que nadie haya dejado de formar parte de su grupo municipal y se cumplen todos los requisitos», aseguró. «Hemos aportado la legislación y jurisprudencia de que la presidenta debía ser Maldonado», aseveró. Por su parte, Fernández insistió en que «no ha recibido notificación alguna de su expulsión del PP» y lamentó que «mis derechos fundamentales hayan sido violados hoy». Ledesma, una vez fuera del salón de plenos, explicó que la moción «no cumplía con los requisitos para poder tramitarse» y añadió, en vista de lo que está por venir, que «no aspira a que en el sillón de la alcaldía me siente un juez».