Muchos de los gobiernos malagueños del cambio, los que tomaron el relevo en 2015 a dirigentes de dilatada experiencia en el cargo, afrontan la recta final del mes de marzo de 2017 con presupuestos que en algunos casos vienen prorrogados desde hace tres ejercicios. Esas circunstancias complican la puesta en marcha de inversiones e incluso de ayudas sociales, con el consiguiente malestar entre la ciudadanía. Los casos más extremos los constituyen Torremolinos o Torrox, con un único partido al frente del Consistorio y sin horizonte para dar luz verde a sus nuevas cuentas.

En la lista figuran las mayores ciudades de las dos comarcas del litoral. Marbella dará luz verde en cuestión de horas a la aprobación inicial de su presupuesto, no sin haber cubierto meses de travesía en el desierto y de reuniones infructuosas, finalmente el tripartito ha logrado el acuerdo con Costa del Sol Sí Puede-Podemos), pero en Vélez Málaga el PA incluso ha amenazado con abandonar el pacto si no se agiliza el proceso.

Cuando confluyen formaciones con distintas formas de entender la política local no es nada fácil encontrar caminos comunes. Que se lo pregunten a los dirigentes de Frigiliana, donde en un año y con la aprobación de dos presupuestos sobre la mesa -para 2016 y 2017- se han roto por dos veces sendas alianzas: primero entre el PP y el PA y posteriormente entre el Partido Popular y el PSOE, hasta propiciar la moción de censura de los socialistas, con la ayuda de los andalucistas.

Búsqueda de alianzas

Muy cerca, en Nerja, el tripartito integrado por el PSOE, IU y EVA-Podemos lleva desde enero con la esperanza de cerrar algún acuerdo con C´s que permita liberar un nuevo presupuesto. De tal éxito, de camino, se despejaría la sombra de una posible moción de censura, que llegó a reunir a dirigentes del PP y de Ciudadanos a las puertas del cambio de año.

En los últimos días, el tripartito incluso ha agradecido a C´s su predisposición a cerrar un borrador presupuestario. Los secretarios de los distintos grupos en el gobierno han remarcado que el documento incluso se ultima con aportaciones de esa formación, al tiempo que han lamentado que el Partido Popular no lo haya enriquecido.

En Rincón de la Victoria también es complicado el camino hacia un nuevo presupuesto. En octubre pasado, en pleno debate interno del entonces cuatripartito que tenía mayoría en el pleno, los dos ediles del PA fueron destituidos a raíz de las negociaciones internas que resultaron infructuosas. Pero el posterior escándalo, de hace apenas unos días, en la empresa de limpieza local, Emmsa, ha propiciado la dimisión de los dos ediles de IU y que el PP se niegue, a partir de ahora, a sentarse para cualquier nueva reunión que pretenda sentar las bases de un nuevo presupuesto.

Frente a esos mapas políticos en los que tuvieron que unir sus fuerzas hasta cuatro partidos distintos, el PSOE de Torremolinos o el PP en Torrox gobiernan frente a oposiciones que suman la amplia mayoría del arco municipal No es casual que en ambos casos hayan tenido que prorrogarse, sucesivamente, las cuentas que se encontraron al tomar posesión en 2015.

Si en Marbella se ha conseguido encontrar un aliado en la oposición para al menos aprobar de manera inicial el borrador que se ha podido consensuar, en Vélez Málaga el camino no parece cómodo. El PA y el GIPMTM aspiran a imponer inversiones recogidas en sus programas y el PSOE debe encontrar el equilibrio, sin la opción de aplazar su calendario.