­La vida de Cristóbal Ramos, vecino de la localidad de Villanueva del Rosario, cambió radicalmente hace cuatro años, cuando apenas tenía 28. Una mala caída mientras practicaba ciclismo de montaña le hizo lesionarse en la médula y le condenó para siempre a una silla de ruedas. «De estar bien, con trabajo, con mi familia y con mi casa, pasé a estar en silla de ruedas. Le puede pasar a cualquier persona, pero me tocó a mí y hay que asumirlo», explica el joven.

La adaptación a su nuevo día a día fue difícil, sobre todo en los primeros meses. «En el hospital me enseñaron a vivir con esta discapacidad y a llevar a cabo las distintas tareas que ello requiere. Al final conseguí hacer mi vida un poco más normal», manifiesta Cristóbal con gesto de tranquilidad en la cara.

Sin embargo, lejos de alejarse del mundo del deporte, el joven de Villanueva del Rosario decidió iniciar su lucha por superarse cada día y por demostrar al mundo que cualquiera puede conseguir lo que se proponga. Se inició en el ciclismo adaptado y posteriormente adquirió una handbike, una bicicleta ideal para sus necesidades, la cual se impulsa gracias a manivelas y que discurre prácticamente pegada al suelo.

«Me metí en esto por encontrarme fuerte en principio, por conseguir ser lo más independiente posible y poco a poco surgieron cosas que me hicieron interesarme por la competición», apunta Cristóbal, que encontró la motivación más determinante en su entrenador, Manuel Varo, del club Sobre 2 Ruedas Bikes de Antequera. «Tuve la suerte de encontrarme con él, fue el que guió mis entrenamientos», resalta.

La llegada de Manuel Varo hizo a Cristóbal Ramos conocer el mundo del paratriatlón. «Cristóbal con un solo deporte no tenía suficiente, necesitaba abrir nuevas puertas», sostiene el entrenador, que destaca el esfuerzo del deportista, pues para realizar la totalidad de sus movimientos se vale solo de sus brazos.

Poco a poco, el joven de Villanueva del Rosario fue superando marcas y compitiendo en tan exigente disciplina a un nivel asombroso. «Sacando el lado positivo de esta situación, he podido llegar a competir a alto nivel», manifiesta Cristóbal.

Y llegó el Campeonato de España de Paratriatlón de 2016. El deportista de la comarca de Antequera, sin todavía creérselo, finalizaba la prueba en apenas una hora y 20 minutos, tiempo en el que recorre los 750 metros del sector de natación, los 20 kilómetros de bicicleta y los otros 5 reservados para la carrera en la silla adaptada. Pese a salir el último del agua, Cristóbal sale victorioso de la prueba.

«Cuando lo vimos entrar fue impactante», confiesa su entrenador, quien recuerda todo lo vivido hasta llegar a ese momento. Y es que el joven de 32 años había entrenado todos los días durante un tiempo mínimo de dos horas hasta alcanzar la ansiada gloria.

Ahora, el objetivo de Cristóbal es dar el salto a la competición internacional y llegar algún día a participar en los Juegos Paralímpicos. «Es un objetivo a largo plazo y muy ambicioso, por el tema económico sobre todo», destaca.

Sin embargo, la victoria más importante ya la ha conseguido. Se ha superado a sí mismo y ahora es un ejemplo para todos. No hay nada que se le resista y tiene más ganas de seguir que nunca. «De todo se sale, hay que echarle valor y tener ganas de vivir», sentencia.