­ Los temporales que ha sufrido la provincia este pasado invierno han hecho que los pantanos malagueños hayan llegado al arranque de la temporada alta con caudal suficiente para asegurar el abastecimiento a la población durante los meses de verano, pero una vez que llegue octubre la situación se presenta, a priori, mucho más complicada. Por ello, la Junta de Andalucía ya está estudiando las medidas que se pueden tomar para abordar la falta de agua que se espera tras el periodo estival.

Pese a las precipitaciones de los últimos meses, las lluvias registradas en lo que llevamos de año hidrológico -que comienza el 1 de octubre- están por debajo del 50% de lo habitual, por lo que los pantanos del Guadalhorce llegarán al final del verano con un volumen embalsado que los situará en situación de alerta de sequía, con un volumen que puede estar entre los 133 y los 120 hectómetros cúbicos.

Es más, en el caso del Guadalhorce el descenso de su caudal aumentará la salinidad de su agua, lo que impediría su uso. Con la previsión de que el nuevo año hidrológico comience también con lluvias muy por debajo de la media histórica, los técnicos han recomendado a la Administración autonómica que empiece a estudiar las posibles acciones a realizar para evitar problemas de mayor entidad. Aunque éstas aún no se han definido, entre ellas se encontraría contar con pozos que en estos momentos no se usan, hacer un control de los recursos existentes en los acuíferos -como ya se hizo en la sequía de hace diez años- y abordar posibles trasvases entre puntos de la provincia, como el que ya se abordó en la comisión de seguimiento celebrada hace unos días entre Marbella a la Axarquía, que precisamente podría comenzar en octubre, como informó La Opinión el pasado fin de semana.

El pantano de La Viñuela, que abastece a la comarca axárquica, es el que presenta una situación más complicada, con 62 hectómetros y sólo al 37% de su capacidad, y está en situación de prealerta de sequía, al igual que los del Guadalhorce, mientras que La Concepción, que abastece a la Costa del Sol, presenta mejor caudal, con un 96%.

Consumo estival

El consumo de agua de la provincia procedente de los pantanos suele situarse en los meses de verano en torno a 80 hectómetros, por lo que los embalses malagueños pueden llegar a finales de septiembre por debajo del 40% de su capacidad total.

Para evitar afecciones a los cultivos de temporada, la Consejería de Medio Ambiente ya ha elaborado el plan de riegos para el Guadalhorce, por el que los agricultores recibirán 25 hectómetros cúbicos desde mayo hasta el próximo septiembre.

Hasta el pasado mes de abril, los recursos utilizados de los embalses del Guadalhorce han ascendido a casi 39 hectómetros cúbicos, de los que más de 30 han sido para el abastecimiento de la población.