José Manuel Pérez Gallego es de esos empresarios visionarios que durante décadas, sin hacer apenas ruido, son capaces de transformar su entorno «mediante la observación, como principal virtud». Con el inicio de la crisis, tras años y años de experiencia en el sector comercial e incluso al frente de una imprenta, viajó a China con el objetivo de abrir nuevas vías de negocio con Málaga. Por entonces instaló en la provincia cerca de un centenar de conjuntos de aparatos públicos biosaludables, de los que a diario son utilizados en numerosos parques y playas.

«De esa experiencia en importar productos sostenibles, empecé hace tres años a imaginar cómo serían los triciclos eléctricos en Europa. Y después de superar los estrictos controles administrativos y las difíciles pruebas de ingeniería de la Unión Europea, puedo presumir hoy de disponer de la única licencia comunitaria para fabricar unos prototipos con autorización para poderlos matricular como los ciclomotores», manifiesta.

Las cifras son de vértigo. Todo el trabajo de estos tres años ha dado sus frutos de manera exponencial en cuestión de días. Hace un mes que llegaron a la cadena de montaje en Málaga capital las piezas de países como China, Holanda e Italia, aunque todo el apartado electrónico se lo proporcionan empresas del Parque Tecnológico. Apenas han transcurrido dos semanas desde que los primeros prototipos salieron de la factoría 100% costasoleña Vehículos Eléctricos Urco y ya hay vendidas, sólo en la provincia, una veintena de unidades.

Por unos 3.000 euros, numerosos ayuntamientos ya han adquirido vehículos para transporte público o limpieza de residuos que tienen una autonomía de 60 kilómetros, sólo consumen para esos trayectos 20 céntimos de euros y, como principal aliciente, son sostenibles con todas las certificaciones que exige Europa a las empresas que requieren de estos nuevos parques no contaminantes.

«Hemos atendido ya pedidos de Lora del Río o Écija, en Sevilla, desde tierras barcelonesas u Oporto, pero el Ayuntamiento de Pizarra, con las dos unidades ya presentadas, es el pionero en la provincia de Málaga», añade Pérez Gallego. No obstante, el propio empresario es en sí mismo pionero: «Lo fuimos al introducir el tren turístico eléctrico, con placas solares, cien por cien sostenible, en el puerto de Málaga. Así, con cuatro unidades, podemos facilitar el traslado de los cruceristas a la ciudad».

Incluso presta sus servicios esta empresa malagueña a novios que contraen matrimonio en lugares tan emblemáticos como el Jardín Botánico de la Concepción. Este empresario tiene en su agenda la posibilidad de comercializar unidades en medio centenar de ciudades españolas. «Nuestro objetivo a medio plazo es montar en nuestra factoría un centenar de triciclos eléctricos al mes para España y otros centenar para otros países de la Unión Europea. Costó, especialmente, adaptar las luces o las ruedas, que son holandesas, o las luminarias posteriores, italianas, y los intermitentes o el claxon, hechos en España, al chasis, que está construido en China», señala.

En Pizarra, el alcalde, Félix Lozano (PP), manifestó ayer que el uso de estas unidades está enfocado por ahora a los servicios de recogida de residuos orgánicos y vegetales para ayuntamientos o las empresas de servicios. «Estamos orgullosos de ser pioneros y de dar un paso más en la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente que tanta importancia se le está dando en este municipio».

Urco, no obstante, no descarta la implantación de estos vehículos en otros sectores. De hecho, ya han despertado el interés tanto de la ONCE como de SEUR. «Y se trata de una idea de Málaga, implantada con capital malagueño, inversión malagueña y hecha por malagueños, pero para toda Europa», concluye Pérez Gallego.