El Desafío Sur del Torcal de Antequera es la prueba deportiva preferida de Inmaculada López, atleta, ciclista y auxiliar de enfermería en el Hospital Comarcal de la ciudad de los Dólmenes. Sin embargo, la edición celebrada durante el mes de abril del presente año iba a ser distinta para ella. Un día antes de su celebración, y tras un análisis médico, la mirada del profesional que la atendió confirmó una de las noticias más duras recibidas nunca por esta deportista: tenía cáncer de mama.

Al llegar a casa del centro hospitalario, el marido de Inmaculada formuló la pregunta que más rondaba su cabeza: «¿Mañana vas a levantarte a correr?». «Claro que voy a hacerlo», confirmó la atleta antequerana con una rotundidad impactante. Y acabó la carrera. No pudo pisar el podio como en ediciones anteriores, pero eso fue lo de menos. Entre lágrimas completó la primera de las pruebas de una competición en la que el premio más valioso es seguir viviendo.

Ahora, la también profesional sanitaria ya está operada y recibe aún sesiones de radioterapia en la recta final de su recuperación. Un proceso muy rápido y que, según Inmaculada, tiene un claro culpable. «El deporte ha sido el empujón básico y fundamental en la buena recuperación que estoy teniendo porque incluso los médicos me lo dicen», explica.

«Esto es algo que puede ocurrirle a cualquier mujer. A mí me llegó sin esperarlo. Por ello, las mujeres debemos estar pendientes de los cambios en las mamas. Hay que vigilarlos porque las enfermedades son más fáciles de curar si se detectan a tiempo», manifiesta la deportista antequerana, que además hace especial hincapié en la importancia de la prevención.

En el caso de Inmaculada, su evolución ha sido «magnífica», según ella misma indica. Un avance en el que su estado de ánimo nunca ha decaído, tanto que en las primeras semanas llegó incluso a pensar que los médicos se habían equivocado. «Yo me encontraba bien anímica y físicamente», sostiene, a la vez que resalta la labor ejemplar de los profesionales del Área Sanitaria Norte de Málaga.

Su ejemplo de superación, unido a los logros deportivos que viene atesorando, le ha valido para que el Ayuntamiento de Antequera la haya premiado hace tan solo unos días con el galardón que la reconoce como mejor deportista federada del presente ejercicio 2017, en el que compite con el club Aquaslava.

Sin embargo, para Inmaculada el deporte no es sinónimo de competición. Ella se enganchó a la bicicleta y a correr después de dar a luz a su hija y ya nunca ha dejado de practicar dichas disciplinas. Siempre con el objetivo de disfrutar y sentirse realizada como persona, para salir de una rutina diaria en la que nadie debería caer. «Me hace sentirme bien y me da la vida», recalca la antequerana.

«Cuando me siento un poco mal de ánimos salgo a practicar deporte», sostiene la sanitaria, que además remarca el hecho de que «si no estás bien contigo misma no puedes estar bien con los demás».

Ahora, el reto más importante para Inmaculada es ganar definitivamente a la enfermedad y encontrarse recuperada definitivamente. El ánimo no le falta y las ganas de luchar mucho menos. Con eso y con el deporte como principal aliado, la antequerana ha demostrado que de todo se sale.