La lectura que iban dando los niveles de los depósitos de agua de Casabermeja en los últimos días de julio alertó a sus responsables municipales. Hasta ese momento, los cortes se estaban haciendo puntualmente algunas noches, llegando a producirse en días alternos. Sin embargo, esta semana se han vistos obligados a restringir el suministro de agua el lunes, el martes y el miércoles.

La Feria se acerca y el Ayuntamiento no quiere problemas con el suministro. Además, para garantizarlo en fechas tan señaladas, el Consistorio solicitó camiones cisterna el sábado, cuando durante julio sólo llegaban de lunes a viernes.

Hasta Casabermeja están llegando casi a diario entre cinco y seis vehículos con cubas, a un coste de algo más de 100 euros por porte. Es decir, que destinan de las arcas municipales cada semana en torno a 3.000 euros en agua.

El apoyo de los camiones cisterna se está centrando en el entorno rural del municipio. «Estamos concentrando las cubas en las zonas más complicadas, como Arroyo coches, Los Mellizos€», explica el concejal de Medio Ambiente, Juan Sánchez Domínguez.

Técnicos del área de Medio Ambiente decidieron que la mejor solución al actual desabastecimiento era cerrar el paso en una tubería que conecta el casco urbano con estas zonas y verter el agua en unos depósitos municipales situados entre la localidad y Villanueva de la Concepción, en vez de abastecer con cubas a toda la red.

«Es una cuestión de operatividad y está funcionando». Además, así agilizan también el transporte del agua, ya que los camiones que van hasta Casabermeja tienen más cerca estas zonas que el casco urbano.

El pasado verano, las mayores restricciones se sufrieron a finales de julio. El Ayuntamiento espera que los peores días hayan pasado y no tengan que endurecer una medida que se aplica desde las nueve y media o diez de la noche hasta primera hora de la mañana. En las urbanizaciones periféricas y zonas rurales el horario incluso es más restrictivo, que ya hay días que el corte se produce a media tarde.

Antonio García, vecino de Huerta Ruices, ve como cada día tiene que tirar del agua que tienen almacenada en un bidón «y así aguantamos».

Eso sí, admite que este depósito no es muy grande y a veces tiene que acudir por agua a la zona de Los Melillos, donde vive una cuñada que tiene pozo.

Quien tiene más reservas en casa es Juan Luis Sánchez, que vive en el casco urbano y tiene un bidón de 1.000 litros. Sin embargo, lamenta que las restricciones de agua sean tan severas.