El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, destacó la importancia de las obras de la Estación de Depuración de Aguas Residuales (EDAR) del Bajo Guadalhorce, ya que permitirá que los municipios malagueños de Coín, Álora y Pizarra dispongan de las infraestructuras necesarias para cumplir con las exigencias de la Directiva de Aguas de la Unión Europea. En concreto, la futura EDAR beneficiará a una población equivalente de 69.000 habitantes.

Esta actuación, declarada de Interés de la Comunidad Autónoma y financiadas con cargo al Canon de Mejora de las Infraestructuras Hidráulicas, cuenta con un presupuesto de 7,5 millones de euros, a los que se suman los 6,5 millones de euros de inversión en la agrupación de vertidos de estas localidades.

«Es una satisfacción visitar una obra que comenzó hace apenas tres meses y que presenta un estado de avance importante», resaltó Fiscal, incidiendo en que en febrero de 2019 «será una realidad y estará a pleno rendimiento».

Asimismo, afirmó que el municipio de Coín está incluido en uno de los procedimientos sancionadores que la UE tiene contra el Reino de España por incumplimiento de la Directiva, por lo que está instalación minimizará los efectos de dicho procedimiento sancionador.

La futura EDAR beneficiará a una población equivalente de 69.000 habitantes, contribuirá notablemente a reducir la población de la provincia de Málaga que aún no depura sus aguas correctamente, cuyo porcentaje de población con un debido tratamiento de aguas residuales se sitúa en algo más del 92 por ciento. Fiscal reiteró que «aún queda mucho trabajo por hacer», pero subrayó la labor de la Junta en esta materia.

Asimismo, el consejero recordó la reciente inauguración de la EDAR de Gualdamansa, en el municipio de Estepona, una instalación que ha contado con una inversión 35 millones de euros, de los que la Junta de Andalucía adelantó para su ejecución más de 30, que le han sido reingresados ya por el Estado y que está preparada para dar servicios a cerca de medio millón de ciudadanos. Esta infraestructura tratará las aguas residuales de la costa del Sol Occidental (Estepona, Marbella, Benahavís e Istán).

El responsable andaluz de Medio Ambiente recalcó la necesidad de cooperación de la Junta y el Gobierno central en esta tarea. «Una colaboración que debe continuar para avanzar en las obras de interés general del Estado», apuntó.