La sequía que viene asolando desde hace años a la provincia de Málaga y las altas temperaturas registradas al inicio del presente verano han provocado que los agricultores vitivinícolas de la localidad de Mollina hayan cerrado hace escasos días una campaña para olvidar. Ni siquiera las tormentas de finales del pasado mes de agosto pudieron mejorar una cosecha con la que los productores tendrán muy complicado cubrir los costes de la misma.

La cooperativa Virgen de la Oliva del citado municipio concentra prácticamente la totalidad de la producción de los vinos aptos para la denominación de origen Málaga en la comarca de Antequera y el 80 por ciento del total de la provincia. Así, en la temporada que acaba de concluir la entidad solo ha alcanzado los 1,1 millones de kilogramos de uva recolectados, lo que supone un descenso del 40 por ciento respecto a las cifras que se dieron en 2016.

El presidente de la sociedad, José Manuel Velasco, explica que esta situación ya la vienen arrastrando desde hace años, habiéndose hecho mucho más notable en el presente. En este sentido, lamenta que también se hayan visto mermadas las peonadas que se suelen registrar, las cuales en este 2017 apenas han alcanzado las 1.500, cuando en el pasado ejercicio se contabilizaron hasta 3.500.

De igual forma, Velasco señala que el previsible buen precio de mercado, a raíz de la baja producción también de uva en el norte de España, no ayudará a compensar el descenso en los kilogramos recogidos. «Es necesario apostar un poco más por el producto local», afirma el presidente de Virgen de la Oliva resignado.

Fue a principios del mes de agosto cuando se inició la recogida de la primera variedad, la Moscatel Morisco. A continuación, y todavía durante el citado mes, la campaña de la vendimia prosiguió con las variedades Merlot y Syrah.

Posteriormente, y ya en pleno septiembre, dio comienzo la recolección de la uva Pedro Ximénez, la cual se ha solapado con la recogida de las Airén y Doradilla.

La comercialización de los vinos de la cooperativa Virgen de la Oliva la lleva a cabo la marca Tierras de Mollina, que no sólo distribuye el producto a nivel nacional, sino que una parte viaja al extranjero. Principalmente, estos caldos de la comarca de Antequera llegan hasta países como Alemania y Francia.

Buenos datos en Almargen

Mejores datos se han registrado en la localidad de Almargen. Allí, la bodega Niño de la Salina ha superado los 160.000 kilogramos de uva, una cifra superior a la de 2016. «Hacemos un muy buen balance de esta temporada y estamos seguros de que nuestros vinos van a seguir manteniendo e incluso superando su calidad», explica el propietario de la citada bodega, Andrés Fontalba.

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