Una soldado del Ejército, destinada en el Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, anejo de la localidad de Antequera, ha asegurado haber sido agredida sexualmente en dicho cuartel por sus compañeros. La propia Policía Nacional ha confirmado que existe denuncia en la comisaría de la ciudad de los Dólmenes y se ha abierto una investigación que podría pasar a la jurisdicción militar "dada la gravedad" de los presuntos hechos.

Concretamente, fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) han confirmado que en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Antequera se presentó una denuncia por parte de la mujer. En este sentido, el Juzgado Togado Militar Territorial número 21 de Sevilla ha solicitado la inhibición para hacerse cargo del caso, ya que todas las personas implicadas en él pertenecerían a este cuerpo. Así, la petición ha pasado al fiscal, aunque aún no hay resolución.

De igual forma, el TSJA afirma que la soldado presentó otra denuncia a finales de diciembre en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Antequera, en la cual no ha intervenido la jurisdicción militar. Por ello, la Policía Nacional se encuentra aún recabando pruebas, aunque no hay todavía personas identificadas como posibles participantes en el suceso.

Según apunta en las denuncias presentadas por la soldado, en una información adelantada por Espejo Público, los hechos se produjeron el pasado 10 de diciembre de 2017, fecha en la que se celebró la festividad de la patrona del Ejército del Aire, Nuestra Señora de Loreto.

Dicho día, la denunciante salió con unos compañeros a un local de la propia pedanía antequerana. Así, según siempre en palabras de la soldado recogidas en la denuncia, "las cervezas tenían un sabor amargo, pero no le di importancia en ese momento. Fui al baño y dejé mi botellín en la barra junto con mis compañeros el cabo mayor y el sargento primero".

La mujer indica en la denuncia que "tenía planeado dormir esa noche en la habitación de una compañera, pero se fue sin darme las llaves". "Sobre la una de la madrugada llegué a la base militar con el cabo mayor que me acompañó porque estaba un poco perjudicada. La habitación tenía la llave puesta en la puerta. El cabo mayor me puso el pijama y me acostó, luego se fue. Todo esto lo sé porque él me lo contó porque desde las doce de la noche más o menos no me acuerdo de nada", sostiene en documento.

La soldado, según manifiesta, fue recordando poco a poco detalles de la noche. En este sentido, ha señalado que dos compañeros supuestamente habrían abusado sexualmente de ella. "Me sentí como un cacho de carne", añade en la denuncia. De hecho, sostiene que el cabo mayor le realizó un test el día posterior en el que dio positivo por barbitúricos.

Según fuentes del Ministerio de Defensa, fue el día 12 de diciembre cuando la mujer trasladó al jefe de la unidad lo ocurrido, recomendándole este último que denunciara los hechos. "En el momento que haya sentencia, se tomarán las medidas oportunas si hay que tomarlas", han indicado.

De otro lado, la entidad Rinber Abogados ejercerá la acusación particular en defensa de la soldado, según ha confirmado la propia compañía.

Ahora habrá que esperar más detalles de la investigación para aclarar lo ocurrido y buscar posteriormente a los culpables de los hechos denunciados.