La titular del Juzgado Togado Militar Territorial número 21, con sede en Sevilla, sometió ayer a un careo a los dos soldados citados a declarar como testigos tras las denuncias presentadas por una militar del Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, anejo de la localidad de Antequera, por presunta agresión sexual por parte de compañeros. En concreto, la declaración de ayer se enmarca en la causa abierta por unos hechos que tuvieron lugar en septiembre.

Según explicó el abogado de la víctima, Javier Rincón, la juez togado militar practicó, por un tiempo de más cinco horas, dos declaraciones y un posterior careo entre ambos testigos porque «había contradicciones en sus testimonios», en el procedimiento abierto por la presunta agresión sexual por parte de un soldado a su clienta en septiembre, unas relaciones «inconsentidas» por la militar que tuvieron lugar en una de las habitaciones del Acuartelamiento Aéreo de Bobadilla, por lo que como prueba están «la declaración de la víctima frente a la del presunto agresor».

«Los testimonios de hoy -refiriéndose a ayer-, igual que la de otro soldado que declaró anteriormente, son de referencia y vienen a corroborar la manifestación de la víctima», aseguró el letrado de Rinber Abogados.

Según el profesional, la magistrada determinó ayer que los hechos se investiguen en procedimientos diferenciados. Ahora, continuó, «estudiaremos las actuaciones realizadas para valorar la práctica de nuevas diligencias» en este procedimiento.

A este respecto, Javier Rincón indicó que por los hechos de septiembre está «señalado con nombre y apellidos el presunto agresor». En este sentido, señaló que en diciembre la juez togado militar tomó declaración a la víctima y al presunto autor de los hechos, que se encuentra en libertad con cargos.

Sobre el procedimiento abierto por la presunta agresión sexual ocurrida en el mes de diciembre contra la militar por algunos compañeros, el letrado apuntó que estudiarán el sumario cuando en los próximos días le hagan llegar copia del mismo una vez que han presentado personarse en la causa, y entonces podrán extraer conclusiones para la práctica de pruebas.

Si bien sostuvo que el testigo que prestó declaración «pudiera ser que tuviera algún tipo de relación con los hechos de diciembre, aún no sabemos los implicados en estos hechos». Ya que, según comentó el abogado de la víctima, «estamos a la espera de la realización de pruebas de ADN». A este respecto, con anterioridad el letrado manifestó que «se ha encontrado resto de semen en la ropa» de la mujer.

«Las pruebas de ADN -realizadas a hasta nueve soldados- serán concluyentes y permitirán señalar con nombres y apellidos a los implicados», advirtió Rincón.

La soldado hizo una primera denuncia por unos hechos sucedidos el 10 de diciembre -día en el que se conmemoraba la festividad de la patrona del Ejército del Aire, Nuestra Señora de Loreto-, en la que señalaba que habría sido drogada cuando estaba en un bar con compañeros. Posteriormente, la ha ido ampliando conforme ha recordado detalles, aludiendo en la última denuncia de 16 de enero a la presencia de dos hombres en la habitación. Además, en una de esas ampliaciones, en concreto la realizada el 22 de diciembre, denunció otra agresión sexual sufrida con anterioridad, en el mes de septiembre, hechos que motivaron la toma de declaración de dos soldados ayer.