La Xylella fastidiosa es una bacteria que presenta un gran potencial patógeno sobre muchas plantas, de tal forma que provoca varias enfermedades de gran importancia económica, aunque principalmente incide en cultivos leñosos como viñas, cítricos, olivar, algunos frutales de hueso, café y plantas ornamentales.

Aunque también está presente en Estados Unidos, en Europa los primeros casos se detectaron en octubre del pasado año 2013, momento a partir del cual la Unión Europea tomó una serie de medidas para evitar su dispersión y erradicarla en el momento en el que se diera su presencia. Éstas se trasladaron a España y, por supuesto, a Andalucía.

Precisamente en la región andaluza se ha conocido recientemente un caso de Xylella fastidiosa en tres plantas ornamentales de un vivero de El Ejido, en Almería. Debido a ello, la alarma ha pasado de nuevo a un primer plano, iniciando incluso la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta una campaña para que los agricultores colaboren en la detección de la bacteria.

Pese a ello, el director del departamento Técnico Agrícola de Dcoop, Rafael Romero, quiere mandar un mensaje de tranquilidad. «Esto no es como el ébola», dice, refiriéndose a la denominación con la que se había llamado a la patología que provoca la bacteria. Así, explica que aparece en los olivares que están «poco controlados».

De igual forma, compara la situación actual con la vivida hace algunos años a causa de la verticilosis, un hongo que afecta al olivo por las raíces o la base del tallo. «Era una gran preocupación y al final el agricultor ha aprendido a controlarla. Ahora, si conseguimos controlar los vectores, podremos convivir con ella. Es una amenaza porque no hay ningún fitosanitario que la combata, pero estamos aprendiendo a controlarla con lo que hay», resalta Romero.

En el caso de Dcoop, un equipo de 24 técnicos trabaja en este sentido, intentando atajar cualquier sospecha de presencia de Xylella, controlando posibles plagas, informando a los agricultores e intentando dar las mejores soluciones. «Para nosotros es una asignatura principal», reconoce el responsable de la cooperativa agroalimentaria.

Por su parte, Alberto Fereres, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), hace hincapié en la necesidad de invertir en medidas preventivas, que permitan detectar los focos de la bacteria «cuanto antes, porque así se puede erradicar». «Hay que poner dinero en la prevención, en lugar de arrancar árboles. Son los vectores lo primero que hay que estudiar», reconoce el profesional.

Asimismo, Fereres incide en la importancia de dotar a los laboratorios de referencia de más gente formada en relación a la Xylella, con el objetivo de determinar «cuándo aparecen los vectores, cómo se mueven, ya que no lo hacen de manera natural, pues viven en la hierba».

El miembro de CSIC incide en que los vectores se propagan «muy rápido», a la vez que explica que el riesgo es mayor en la zona de costa que en el interior.

En el caso concreto de El Ejido, el jefe de servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rafael Sánchez, incide en que, al haberse dado en un invernadero, el cual contaba con una malla antiinsectos, la probabilidad de que la infección se propague es «muy baja».

«Dentro de la gravedad es una situación favorable»,manifiesta, a la vez que recuerda que se van a eliminar todas las plantas del vivero afectado y se indemnizará al propietario de las mismas. Así, señala que si el caso se hubiera detectado al aire libre la situación sería «completamente diferente».

En este sentido, Sánchez recuerda que no se conoce aún la cura en el caso de que una planta se viera afectada por la Xylella, aunque hace hincapié en que sí han avanzado mucho en el ciclo biológico de los vectores, sabiendo ya cuál es el momento más adecuado para aplicar los fitosanitarios.

Sanidad Vegetal también está en contacto con países como Estados Unidos o Italia a través de distintos investigadores para conocer cómo afrontan situaciones similares a las que se pueden dar en España. Sin embargo, Sánchez apunta que el ecosistema en dichas naciones «es diferente», recalcando que aquí «la cantidad de vectores es menor y éstos se comportan de manera distinta».

@ccasadob