El empresario Jorge del Pino es el nuevo presidente de la Asociación del Comercio e Industrias de Antequera (Acia). Por delante muchos retos para estar a la altura de la realidad que vive la ciudad.

¿Cómo surgió la posibilidad de ser presidente de la Acia?

Llevo vinculado a la asociación desde que empecé mi andadura profesional con mi empresa. Primero fue en calidad de asociado, hasta que surgió la posibilidad de entrar a formar parte de anteriores juntas directivas, primero en calidad de vocal y después como secretario. Llegó el momento de presentar candidaturas, tenía ganas e ilusión, notaba el apoyo de empresarios y decidí dar este importante paso.

¿Cuáles son los objetivos que se marca a corto plazo?

Acercar la asociación a la calle, de primera mano, que sin duda voy a ser yo la persona encargada de visitar, conocer y saber las necesidades e inquietudes de los comerciantes y empresarios. Una reforma estatuaria importante interna de la propia asociación, con una fusión entre comercio y turismo, una nueva imagen corporativa y una regeneración asociativa, son las metas a muy corto plazo que tenemos.

¿Cuál es la necesidad más importante de Antequera a nivel comercial?

No sabría decirle una sola, es un conjunto de mejoras de actuaciones, de adaptaciones a los cambios rápidos que vive la sociedad, a la propia actualidad de Antequera y, por supuesto, unas mejoras técnicas. Hay muchas cosas en las que trabajar y mejorar y por supuesto muchas otras que hay que empezar a poner en valor. Antequera tiene un buen comercio.

¿La declaración del Sitio de los Dólmenes como Patrimonio Mundial ha supuesto un impulso al comercio?

Es una realidad, no sólo al comercio sino al sector turístico en general. Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, al nuevo escenario en el que se mueve Antequera, potenciar y trabajar en el desarrollo a largo plazo de una ciudad turística, donde la imagen de nuestros comercios y sector hostelero y hotelero corresponda con la realidad que estamos viviendo. Desde Acia vemos un gran futuro por delante para nuestra ciudad, así como para nuestra asociación con esa fusión de sectores: tejido empresarial-tejido turístico.

En ocasiones han surgido críticas al cierre de negocios en calles como Lucena. ¿Qué se puede hacer?

Trabajar y trabajar y valorar los motivos de esos cierres y la parte de responsabilidad que se pueda tener, para, sin duda, intentar mejorar. Estoy seguro del potencial de la calle Lucena, al igual que sé que todo es cíclico y espero y deseo que dentro de poco no haya ningún local vacío. Tiempo.

¿Es una posibilidad peatonalizar más calles?

Probablemente sí, parte del éxito de un centro comercial abierto es sin duda la peatonalización de sus calles. El comercio hace ciudad y para ello necesitamos gente paseando en calles cómodas, accesibles, limpias y cuidadas, para generar imagen de ciudad. Cierto es que la estructura de un municipio es la que es, no podemos variar según qué aspectos y compensar esos posibles daños colaterales, sería algo de primer orden que habría que valorar antes de iniciar un proyecto.

¿Qué va a suponer la reforma de la calle Duranes, una de las más comerciales?

Va a suponer la renovación y el renacer de parte de un comercio importante en Antequera. La Calle Duranes ha sido un referente comercial por su especialización en calzado, no solamente en la comarca sino fuera de la provincia. Presentar una calle cómoda y accesible y totalmente reformada va a configurar una imagen de un comercio competitivo y de calidad a los ojos de los clientes y clientes potenciales. Sin duda todo un acierto y además una necesidad importante.

Se habla mucho de la ampliación de horarios. ¿Es partidario de abrir los sábados?

Apoyamos y recomendamos la apertura de los establecimientos sábados tarde y los festivos permitidos de apertura por ley y más en la actualidad. Sabemos que es un camino difícil, de gran sacrificio y esfuerzo y en el cuál los resultados no son inmediatos, sino que se verán en un medio plazo. Sin embargo, creo firmemente que es el camino y la senda a seguir por el comercio de Antequera. No obstante, del mismo modo, entiendo y comprendo los argumentos de aquel comerciante que por sus motivos propios decide no abrir los sábados tarde.