Familiares y amigos de los padres de Lucía Vivar, la niña de tres años desaparecida en julio en Pizarra, y cuyo cadáver fue hallado después en las vías del tren, se concentraron a las siete de la tarde de ayer en la explanada de la estación.

Los concentrados gritaron consignas como «no estáis solos», «no se fue sola» y afirmaron que no pararán «hasta saber la verdad y se haga justicia». Lo padres y los agentes de la Guardia Civil desplegados en la estación evitaron que los manifestantes cortaron las vías del tren, algo que no estaba autorizado. En vez de eso, se mantuvieron en el andén para manifestar su postura ante los trenes de cercanías que pasaron por la estación a esas horas.

Lucía Vivar desapareció en julio mientras jugaba con sus primos en la terraza de un restaurante donde cenaban sus padres, junto a la estación. Su cuerpo fue hallado horas después junto a la línea de Cercanías. A pesar de que los padres no creen que Lucía recorriera sola cuatro kilómetros por las vías del tren de noche, la hipótesis principal es que la muerte fue accidental por un golpe en la cabeza tras andar sola por las vías, donde se acurrucó y habría recibido el golpe del tren.

La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Málaga, que lleva el caso recibió en abril a los padres para explicarles por qué había rechazado algunas pruebas que habían solicitado y que no ha decidido si archivar el caso, a pesar de que no hay indicios de la participación de terceras personas.