La empresa 100 Caños Gourmet se prepara para dar el salto y comenzar la exportación de su aceite que nace en una finca de Villanueva del Trabuco. El proyecto de modernización ha salido adelante con el apoyo del CADE de la localidad, que ha permitido a estos jóvenes emprendedores contar con una nave en la que multiplicar la producción del aceite de oliva virgen extra que ellos mismos comenzarán a comercializar en México, un mercado emergente.

En principio, y con el proyecto desarrollándose, comenzarán a exportar unas 4.000 botellas de este oro líquido, pero si se cumplen las previsiones hechas por los empresarios, esta cifra podría cuadruplicarse. «Somos un grupo de jóvenes emprendedores cuyas raíces familiares tienen su origen en Villanueva del Trabuco y que venimos de diferentes sectores uniendo en un mismo sentido la experiencia individual acumulada. Así nos lanzamos a la aventura de dar vida a una idea que empezó hace cuatro años con una edición limitada de 250 botellas y que hemos ido duplicando anualmente», explica su gerente José Germán García.

García quiere dar así continuidad a un trabajo para el que ha vivido su familia durante más de cinco generaciones en la finca conocida como el Molino Jabonero. «La idea es ir más allá del aceite convencional; nuestra producción no tiene nada que ver con la cantidad ni el beneficio, sólo con la calidad que es el objetivo en todo el proceso desde que se empieza a recoger la aceituna», explicó.

Así, utilizan procedimientos mecánicos y en frío para mantener el máximo rendimiento del fruto. «Se cuidan todos los detalles, nosotros recolectamos en el momento en el que la aceituna está en su momento perfecto de maduración, casi siempre a principios de noviembre, de ahí se cuida también el modo de almacenarla en cajas especiales, y molemos ese mismo día, siempre además en las primeras horas evitando el calor», especificó.

«El resultado es un aceite único, de máxima calidad muy verde y de sabor intenso, que por el cuidado en su proceso podemos sacar en ediciones limitadas y que ahora, con la nueva nave, nos permitirá responder a una mayor demanda porque ya no teníamos espacio».

El fruto de sus olivos centenarios de la variedad Hojiblanca, pilares del proyecto, han conseguido ya numerosos reconocimientos, entre ellos, la medalla de platino a la calidad en el prestigioso concurso International Olive Oil Competitions de Londres.

Además, completan su actividad con una oferta de oleoturismo en la centenaria finca donde el visitante vive en primera persona todo el proceso de obtención del zumo de oliva realizando al final una cata y donde puede conocer la antigua maquinaria con la que se trabajaba.