El Departamento de Comercio de Estados Unidos, subió los aranceles a la aceituna negra que procede de España un 34,75%, la suma del arancel medio del 14,75%, en cuanto a la investigación antisubvención; y, el arancel medio del 20%, como resultado de la investigación antidumping. Con la subida de aranceles hay muchos puestos de trabajo directos en el aire en la provincia de Málaga y el sector del olivar se plantea nuevas salidas para la aceituna negra, como «adaptarla al aceite de oliva», que supondría recogerla en otra época, así como variar su tratamiento.

Ejemplo de esta situación es la Cooperativa de Archidona, que dedica al verdeo un 10% de las 8.000 hectáreas de cultivo de olivar, unas 800 hectáreas. De estas, se procesa un 30% para aceituna de exportación, unas 300 hectáreas. Este producto da trabajo a dos personas fijas más tres personas eventuales cuando se acerca el tiempo de recolección, a primeros de octubre.

Según el presidente de la cooperativa, Manolo Caro, si se confirma la subida de impuestos, «tendremos que prescindir de una persona, de las tres eventuales que tenemos». Además, tendrán que buscar otra salida para las aceitunas que dedicaban a oxidar. «Tendremos que oxidar lo mínimo, ya que al aumentar el precio es difícil de vender y habría que adaptarla al aceite». El aumento significa que, a granel, la aceituna se venda a 1,10 céntimos, más el envasado, lo que supondrá «un lastre, un producto más caro de lo normal que no se venderá».

El presidente de la Cooperativa de Villanueva del Trabuco, Sergio Ruiz, afirma que «el precio depende de la cosecha de cada año», pero si se encuentra en unos 0,60 céntimos, al añadirle el arancel supondrá un incremento con el que no sería rentable seguir exportando.

Esta cooperativa dedica 700.000 kilos de su producción a la aceituna verde californiana, que da trabajo a 50 personas durante 10 días. Además, en la cooperativa son cuatro puestos directos más los camioneros. Con la subida de aranceles, el presidente añadió que tendrán que prescindir de al menos dos personas la próxima campaña y dedicarán una parte de la producción a la aceituna de almazara. «Tenemos que hacer presión a EEUU para que rebajen o quiten estos impuestos», expresó Ruiz, que añadió que «la gente vive pensando en la próxima campaña de la aceituna».

Según fuentes de Dcoop, tres de cada cuatro aceitunas de mesa se exportan. En la provincia, los municipios que más se dedican al verdeo son Alameda, Humilladero, Mollina, Villanueva del Trabuco y Villanueva de Algaidas. «Este problema afecta a un país y a sector concreto», afirman en Dcoop.

La asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceitunas de Mesa (Asemesa) considera que hay que intensificar la defensa de la aceituna negra de España: «La Unión Europea no puede permitir que EEUU cuestione que las ayudas que reciben los agricultores sean ilegales porque no cumplen las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)».

Reacciones

Ante el incremento en los aranceles, el sector del olivar se concentró el pasado 5 de julio frente al consulado de EEUU en Sevilla, donde hicieron entrega de un documento en defensa de la aceituna negra española. De Cooperativa de Villanueva del Trabuco se desplazaron ochos personas del consejo Rector y desde Archidona, 18. Los agricultores aseguran que hay que manifestarse para que les vean y que ahora se trata de la aceituna de mesa, que «dentro de lo que cabe, es menor su actividad, pero en el futuro podría afectar a otros productos, como el aceite, que afecte más al resto de la provincia».

La pasada semana, la Comisión de Comercio Internacional de EEUU reafirmó que la aceituna negra de España daña la industria de norteamericana.

Para el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, Fernando Rodríguez Villalobos, Estados Unidos ha vuelto a un proteccionismo decimonónico y que el acuerdo entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, «no puede dejar fuera de la mesa de negociaciones a la aceituna negra andaluza porque en Andalucía hay miles de puestos de trabajo y miles de familias que se están jugando su presente y futuro».