La Serranía de Ronda empezó a recuperar la normalidad después de que numerosos municipios de la comarca registrasen este pasado fin de semana cuantiosos daños, derivados de registros de hasta 200 litros por metro cuadrado en pocas horas. No obstante, en términos patrimoniales, la peor parte se la llevó la capital comarcal, cuyos Baños Árabes quedaron anegados como consecuencia de la caída de un muro y de varios cipreses.

Los técnicos municipales iniciaron ayer el proceso para elaborar los preceptivos informes y evaluar la situación que presenta un monumento protegido por las administraciones como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Histórico de España. Se teme por su estado y, en caso de confirmarse daños derivados de esas fuertes precipitaciones del sábado a domingo, «podría plantearse una actuación para la restauración de los elementos afectados».

La alcaldesa, Teresa Valdenebro, quiso lanzar un mensaje hacia la tranquilidad: «Esperemos que cuanto antes se empiece a actuar y se recupere, ahora sobre todo es labor de limpieza porque hay mucho lodo», manifestó tras participar en el encuentro provincial celebrado en la Subdelegación del Gobierno en Málaga.

Los registros públicos más elevados en cuanto a litros por metro cuadrado dentro de la Serranía estuvieron encabezados por Genalguacil, con 280. Le siguieron Pujerra, con 269, y la propia Ronda, con 216. El regidor del primero de estos municipios, el socialista Miguel Ángel Herrera, expresaba que su localidad continuaba sin abastecimiento de agua. «Además, tenemos aquí en Genalguacil muchas fincas totalmente anegadas, donde se ha perdido todo. Hemos vuelto además a quedarnos con mucha gente incomunicada porque los puentes que tienen tubos apenas disponen de capacidad para digerir el caudal».

El municipio sigue sin comunicación directa con la Costa del Sol y el regidor agregó que la carretera de la Diputación «ha sufrido daños en el firme, con numerosos desprendimientos en su trazado». La situación se agrava, como argumentó Herrera, porque las lluvias han llegado «en plena temporada de la castaña».

Otros pueblos serranos con incidencias significativas fueron Benaoján, Cortes de la Frontera, Faraján o Gaucín. De hecho, dos personas tuvieron que ser rescatadas en helicóptero por efectivos de la Guardia Civil como consecuencia de las intensas lluvias que se acumularon en Cortes de la Frontera y también se tuvo que intervenir en una casa rural de Faraján, donde una familia tenía el inmueble «completamente inundado».

Ayer seguían activos los Planes de Emergencia Municipal (PEM) en Ronda, Jimera de Líbar y otras localidades de la Sierra de las Nieves como El Burgo o Yunquera. En el casco urbano rondeño, el responsable municipal de Obras, Francisco Márquez, solicitó «paciencia a la ciudadanía» y reiteró que se actuará «poco a poco en todos los lugares donde sea necesario».

Y es que la totalidad de la plantilla de los Servicios Operativos se encontraba ayer movilizada desde primera hora de la mañana. Especialmente eran urgentes los trabajos en barriadas de la zona antigua de Ronda como Padre Jesús o San Francisco. No menos importantes eran los desperfectos en los núcleos rurales, en diversos caminos públicos y vías agrícolas convertidas en auténticos lodazales.

En cuanto a la solidaridad vecinal, la edil responsable de Tráfico y Seguridad Ciudadana en el Consistorio rondeño, Paqui González, destacó la labor durante este lunes y el pasado domingo «de todos los componentes del Plan Municipal de Emergencia», así como la de «muchos voluntarios que echaron una mano para evitar que los problemas causados por la lluvia fueran aún más graves».