Los vecinos de Teba han pasado la noche encerrados en la iglesia del pueblo, un edificio histórico en las reclamaciones de los tebeños al Gobierno, un símbolo como muchos lo consideran. En esta ocasión protestan por la no declaración de zona catastrófica tras las fuertes precipitaciones que han ocasionado daños por valor superior a los 15 millones de euros.

Pero no es la primera vez. En marzo de 1981 se produjo en esta iglesia de la Santa Cruz Real un encierro colectivo, con centenares de personas que pasaron días entre sus paredes para reivindicar ayudas laborales y económicas para toda la comarca.

Así lo ha recordado el alcalde, Cristóbal Corral, quien ha incidido en que la iglesia del pueblo es "un mito histórico de la defensa del pueblo en las reclamaciones al Gobierno de la nación".

En aquel encierro, que según Corral marcó "un antes y un después en las reivindicaciones sociales y laborales en la etapa democrática" en este municipio, se llevó a cabo incluso una huelga de hambre y falleció una persona.

La decisión adoptada en esta ocasión para protestar ante el Gobierno central por no declarar en el Consejo de Ministros del pasado viernes zona catastrófica, pese a los daños y la recuperación en la que aún trabajan, al igual que ocurrió en Campillos, quiere ser una reivindicación de lucha colectiva. Precisamente, #Tebaresiste es la etiqueta elegida en redes sociales para dar a conocer qué está pasando en esta localidad de menos de 4.000 habitantes.

"La iglesia marcó un antes y después en las reivindicaciones de entonces, es un hito histórico", recuerda el alcalde. En marzo y abril de 1981 unos 400 trabajadores agrícolas en paro se encerraron para hacer ver que la situación del pueblo era crítica, incluso con familias que pasaban hambre.

Entonces, reclamaban un aumento de los fondos del empleo comunitario y un puesto de trabajo fijo que les procurara poder mantener su dignidad como trabajadores. Un encierro que también se produjo en otros municipios que ahora sufren los graves daños por las precipitaciones, como Campillos, donde hace 37 años más de 300 empleados agrícolas también iniciaron una huelga de hambre.

Este domingo la iglesia de Teba ha cambiado su habitual estampa y está ocupada por tebeños jugando al ajedrez, dado que cuentan con una escuela municipal y forman parte de la liga provincial. Niños y mayores que van y vienen sin olvidar por qué están allí y los días que han pasado después de las fuertes precipitaciones en las que muchas familias han resultado muy perjudicadas.

En la tarde del domingo, a las 18.30 horas, se ha convocado una asamblea popular, reclamando desde el Ayuntamiento "máxima unidad". "No podemos caer en el olvido. Todas las familias. Teba lo necesita", han indicado a través de sus cuentas en redes sociales.

"Hay que afrontar esta semana como parte de la historia de nuestro pueblo. Nos toca luchar por él y defenderlo como se merece. Es importantísimo que estemos todos a esa hora en la iglesia", han sostenido.

Y mientras unos están encerrados en la iglesia otros tantos siguen participando en las labores de limpieza del pueblo, para que Teba vuelva a la normalidad lo antes posible. También continúan las donaciones llegadas desde diversos puntos y en el pabellón municipal se reparte agua embotellada para que los vecinos recojan las dos garrafas por familia que les corresponden. Lucha y solidaridad por lo que consideran que es de justicia.