La asamblea popular celebrada en la tarde de este domingo en el municipio malagueño de Teba ha decidido continuar con el encierro en la iglesia de la localidad como protesta por la no declaración, en el Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes en Sevilla, de zona de emergencia social, más conocida como zona catastrófica, después de los cuantiosos daños ocasionados por las fuertes precipitaciones del pasado fin de semana.

Durante más de 40 minutos el alcalde, Cristóbal Corral, y vecinos han debatido hasta dónde pueden llegar con sus reivindicaciones. El regidor ha considerado "cierta provocación o quizá una falta de información" sobre lo que está aconteciendo en Teba y Campillos -otro de los municipios más afectados por las riadas en Málaga- las palabras de la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, quien ha pedido tranquilidad a los habitantes de estas localidades afectadas.

"Hay centenares de familias a las que no se les puede pedir tranquilidad porque no sabemos cómo van a echar mañana el día y cómo vamos a solventar algunos de los problemas que tenemos", ha trasladado el alcalde, quien ha incidido en que continuarán con las reivindicaciones, manteniendo este encierro en la iglesia de la Santa Cruz Real por segunda noche consecutiva.

Pese a ello, ha informado de que ven "con buenos ojos" la propuesta de la Junta de Andalucía de adelantar 3,5 millones que sumados a los cuatro millones previstos por la Diputación de Málaga "suponen 7,5 millones, lo que no supera ni el diez por ciento de los daños ocasionados en los pueblos de la comarca".

Corral ha incidido en que es el Gobierno de España "el que debe actuar y poner los puntos sobre las íes y solventar este desastre humanitario" que están soportando diversos pueblos de la comarca de Guadalteba.

"Hay 20.000 personas a expensas de lo que se decida", ha reiterado, recordando que desde el lunes pasado llevan esperando: "Vemos dudas del Gobierno -central- pero reclamamos lo que consideramos y seguiremos, no vamos a permitir que caiga en el olvido y que con el paso de los días aminore el impacto".

A juicio del alcalde tebeño, "no es bueno pedir ni tiempo ni tranquilidad". Es más, ha exigido "celeridad y seguridad de que la gente va a tener lo que hace dos semanas tenía". "Eso es lo que reclamamos y no es ser alarmista ni nada sino que se solvente el problema que nosotros tenemos", ha concluido.

Esta será, por tanto, la segunda noche que los vecinos de Teba pasen en el interior del templo, una iglesia que es para sus ciudadanos un símbolo de las reclamaciones históricas al Gobierno central. De hecho, en 1981 fueron centenares de tebeños los que exigieron ayudas laborales y económicas para toda la comarca, reclamando entonces un aumetno de los fondos del empleo comunitario y un puesto de trabajo fijo que les procurara mantener su dignidad como trabajadores.