El candidato del PSOE a la Alcaldía de Alhaurín el Grande, Luis Guerrero, anunció ayer que llevará en su programa electoral para los comicios del 26 de mayo el cambio de la ordenanza municipal que regula el precio para el uso del teatro Antonio Gala y las bonificaciones.

Guerrero afirmó que abrirá un proceso de participación con los agentes culturales y colectivos locales para replantear la ordenanza y rebajar el precio actual de 950 euros a 712,5 euros, que es el precio actual de bonificación del 25%.

«Un precio más asequible se traducirá en más eventos organizados por emprendedores, artistas locales y asociaciones. Se mantendrían las bonificaciones del 25% y proponemos reducir la discrecionalidad de las bonificaciones del 100% que tiene el equipo de gobierno para decidir quién paga y quién no».

Luis Guerrero añadió que «lo que se dejaría de ingresar es asumible por el Ayuntamiento, y el aumento de eventos redundaría en una mayor recaudación», dijo.

Los requisitos para usar el teatro y otros equipamientos culturales municipales están recogidos en la ordenanza reguladora de la tasa por la prestación de servicios de enseñanzas y actividades especiales, «que debemos reformar para atender las demandas de emprendedores y promotores locales», según Luis Guerrero.

La presidenta de la asociación cultural El Laurel de Alhaurín el Grande, María Rosa Ramírez, que acompañó al candidato socialista, explicó que organizan actividades en otros teatros «sin costar nada el alquiler». Además, reclamó un local de ensayo para la asociación. El equipo de gobierno les ha ofrecido la nave del polígono, pero muchos de sus participantes tienen problemas para ir fuera del pueblo.

Los organizadores de eventos también se quejan de la dificultad para cerrar las fechas del uso del teatro. «Se tardan meses en saber la disponibilidad, con el problema para programar la actividad de los colectivos, asociaciones y empresas culturales», afirmó Ramírez.

El candidato socialista ha manifestado que el objetivo debe ser incentivar la organización de eventos culturales, de la mano de compañías, academias y colectivos, «y un replanteamiento del coste de alquilar el teatro es imprescindible».