Si hace algunos años los municipios de la comarca de Antequera afrontaban el futuro con altas miras de crecimiento poblacional, y así lo reflejaban en el diseño de sus planes generales de ordenación urbana, ahora la perspectiva es completamente diferente.

Los ayuntamientos sienten con gran preocupación la posibilidad de despoblamiento rural. Y es que, en los últimos cinco años han visto como la mayoría de sus vecinos se marchan a grandes urbes o se empadronan donde tienen su segunda vivienda buscando mejoras fiscales y accesibilidad a mayores recursos básicos.

En los últimos años, según datos estadísticos del INE, casi todos los municipios de la zona norte de Málaga han perdido habitantes. Sólo Mollina, Casabermeja, Ardales y Antequera (con datos poco significativos) han visto crecer el censo poblacional.

Incluso en el caso del municipio cabeza de comarca, su alcalde, Manuel Barón, no pierde ojo sobre la situación, ya que si bien cuenta con 174 habitantes más que en 2014, el regidor entiende que esta cifra «se ha obtenido gracias a la subida poblacional en el casco urbano. Sin embargo, no es la misma perspectiva que tenemos respecto a las áreas rurales», donde se pierde población.

Por ello, Barón propone un cambio legislativo en la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, que permita «que en estas zonas se pueda edificar, tal vez con una tipología constructiva que se integre en el entorno, pero no impedir que los hijos de las familias que viven ahí no puedan vivir alrededor de sus padres», señaló.

Uno de los municipios donde más ha crecido la preocupación por esta situación es Teba, donde el padrón no crece desde el año 2001. Sin embargo, su alcalde, Cristóbal Corral, está dispuesto a dar la batalla a esta situación y tiene muy estudiada la situación para poder revertir los datos. «Hemos realizado un análisis y vemos como de cada 45 muertes aproximadas por año nacen en torno a 30 niños, por lo que tenemos un déficit de unas 15 personas por año», señaló el regidor.

Otro de los motivos que llevan a la pérdida poblacional de 183 habitantes en los últimos cinco años en Teba tienen que ver con el cambio de empadronamiento de sus habitantes, por motivos fiscales. «Son como 300 personas que hemos detectado en nuestra localidad que se encuentran censados en municipios como Torremolinos u otros de la costa, donde cuentan con mayores beneficios fiscales», explicó Corral.

Teba tiene muy claro que la estrategia debe ser a través de políticas fiscales atractivas y la mejora de los servicios básicos. Para ello, el regidor ya cuenta con planes de contratación para jóvenes adaptados a sus estudios. Otra de las cuestiones que plantea el municipio es centrar el foco «no en la especulación de los terrenos, como nos vendían antes, sino en rehabilitar el centro donde existen muchas viviendas vacías», indicó el alcalde tebeño. En este sentido, el regidor propone «invertir más en recursos, ya que si vamos perdiendo nuestros servicios básicos la gente abandonará el pueblo».

Otra de las localidades donde más población se ha perdido en estos años es Archidona con 289 habitantes, que se sitúa en la actualidad en 8.288 personas. Su alcaldesa, Mercedes Montero, reconoce la preocupación por la situación y por ello insta a que «todas las administraciones se sumen a poner medidas para paliar esta situación. Nosotros estamos realizando la mayor inversión en el polígono industrial para dar suelo público», propuso. Montero también prevé incentivar la vivienda en el casco histórico con un plan de rehabilitación.

Las cifras indican que en la comarca de Antequera en 2014 había 119.693 habitantes y a 31 de diciembre de 2018 los datos reflejan un descenso de 1.757 habitantes quedándose en 117.936 vecinos.