Este Domingo de Ramos, la lluvia no hizo su aparición, y la Cofradía de la Pollinica de Antequera pudo realizar su salida procesional con total tranquilidad y sin tener que mirar al cielo por la preocupación de que pudiera aparecer alguna precipitación de última hora que aguara los planes de los numerosos cofrades que cada año siguen la evolución de esta querida e importante corporación nazarena antequerana.

Así, los niños ataviados de hebreos y las niñas de mantilla portaron sus palmas para volver a ser los protagonistas de este día, como ocurre cada Semana Santa desde antiguo. Unas palmas que fueron bendecidas el Viernes de Dolores.

Ya desde antes de las seis de la tarde, se encontraban los pequeños junto a la puerta de la iglesia de San Agustín esperando impacientes la salida de Jesús a su Entrada a Jerusalén. También se congregaron cientos de personas para ver esta bella y tradicional salida, una maniobra difícil pero que cada año se salva con una nota alta, como no podía ser de otra forma.

A los brazos de los hermanacos fue saliendo el trono hasta que después de salvar la puerta un grito levantó a la sagrada imagen y los devotos alzaron las palmas y ramas para recibir al Señor subido en su borriquilla, simbolizando así la llegada de Jesús a Jerusalén para predicar.

Posteriormente, se produjo la salida de Jesús Orando en el Huerto, y para cerrar el cortejo procesional, se hizo a la calle María Santísima de Consolación y Esperanza, una dolorosa que recibió como ya es tradicional una petalada en la puerta del templo.

Este año, tras la Pollinica y precediendo al trono de Jesús Orando en el Huerto, acompañaba a esta imagen la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza de Exfiliana (Granada). Y cerrando el cortejo procesional y poniéndole música al paso de los hermanacos que portaban la Virgen de la Consolación y Esperanza, la Banda de Música de Las Flores de Málaga.

De entre las novedades de este 2019, la Cofradía de la Pollinica presentó el arreglo de las túnicas del trono de la Virgen, agregándole dos hilos de oro simulando un agremán en la parte baja de la túnica, así como cinco túnicas nuevas de hebreo.

En los diferentes tronos se restauraron las varas de mando de los hermanos mayores así como la campana de cada una de ellos. En el caso de la Cofradía de la Pollinica, además, se realizó la última fase de madera.

En los tronos de Jesús Orando en el Huerto y la Virgen los devotos pudieron contemplar la limpieza y baño de plata de los faroles. También en el caso de la sagrada imagen Madre de Jesús se realizó la limpieza de ánforas y baño de plata y la limpieza de peana, restauración estructural y marmolizado tanto de peana como de suelo. Trabajos realizados por Bricolaje Antequera.

Y así, con vítores, palmas y petaladas pudieron realizar este año con tranquilidad los hermanacos su recorrido procesional por las calles de Antequera hasta llegar al templo. Un recorrido que este Domingo de Ramos volvió a incorporar el entorno de la iglesia de San Agustín tras la carrera oficial tal y como tenía previsto realizar desde el pasado año y que por la aparición de la lluvia a última hora no pudo completar. Para terminar el recorrido, las tres sagradas imágenes se encuentran en la puerta del templo.