La Iglesia de San Francisco abrió sus puertas un año más para una de las salidas procesionales más esperadas. En el Lunes Santo antequerano, la Cofradía de los Estudiantes volvió a lucir su patrimonio por las calles de Antequera, tratándose, de hecho, de una de las corporaciones más queridas de la Ciudad del Torcal. Hizo un desfile en el que destacó su testimonio de fe.

El titular de la hermandad es la única imagen cristífera que procesiona bajo palio en la Semana Mayor de Antequera, Nuestro Padre Jesús Nazareno de la Sangre, junto a él, el Santo Cristo Verde y la Virgen de la Vera Cruz. Este año, la cofradía antequerana estrena el bordado de la bambalina delantera, ejecutada por Felicitación Gaviero en su taller de la capital costasoleña. También estrena el frontal del suelo realizado por el joven antequerano Ángel Sarmiento. Debido a las obras en la Calle Duranes, no se ha producido el tradicional paso por esta destacada vía.

El acompañamiento musical corrió ayer a cargo de la Banda de la Vera+Cruz de Almogía y de la Banda de Música de Casabermeja, que con una cruceta magistralmente elegida imprimieron con la interpretación de diversas marchas toda la solemnidad, sello de esta hermandad de Antequera. Muchas personas siguieron la evolución del Señor por las calles de Antequera, en las que primó el silencio y el respeto, notas características de esta corporación nazarena, que cada año realiza un acto de fe penitencial durante su procesión del Lunes Santo. Ayer, otra vez, bordaron su desfile.