Un camionero holandés ha sido detenido en la carretera de Cártama tras ser sorprendido transportando una tonelada de hachís y 225 kilos de marihuana en un camión que cubría la ruta de una empresa holandesa dedicada al transporte internacional de mercancías. La droga, según ha informado la Comisaría Provincial de Málaga, estaba oculta en el interior de ocho palés de poliestireno extruido, un material que se utiliza como aislante térmico.

La investigación se inició a principios de mayo en torno a las actividades de una organización criminal asentada en España con ramificaciones en varios países de la Unión Europea dedicada al tráfico internacional de estupefacientes a gran escala. Las pesquisas permitieron saber que un camión de una empresa holandesa que realiza transportes internacionales de mercancías acudía cada dos meses a la zona del Bajo Guadalhorce, punto en el que se asienta un grupo de marroquíes que exportan hachís y marihuana a Europa, principalmente a Holanda.

El pasado día 19, los agentes detectaron el camión estacionado en la zona del Centro de Transporte de Mercancía de Málaga, por lo que se estableció un dispositivo de vigilancia sobre él. A primeras horas de la mañana del día siguiente, el vehículo emprendió la marcha custodiado por varios coches lanzaderas. Durante el trayecto, los investigadores perdieron de vista a estos últimos, aunque en torno a las 11:00 horas el camión fue interceptado cuando circulaba por la carretera A-357 en sentido Málaga. Entre otros objetos, los agentes encontraron ocho palés de poliestireno extruido que fueron señalados por los perros de la Unidad de Guías Caninos. En una inspección más minuciosa, los agentes encontraron los 1.000 kilos de hachís y 225 de marihuana. Además del estupefaciente, los investigadores encontraron 2.700 euros en efectivo y detuvieron el conductor -de 50 años y nacionalidad holandesa- como presunto responsable de un delito de tráfico de drogas.